Por años, el vuelo del flamenco del Caribe (Phoenicopterus ruber) o rosado ha sido un tema para investigadores nacionales y extranjeros, ya que se desconoce el alcance de las distancias recorridas más allá de los litorales mexicanos y las rutas seguidas por las islas del Caribe.
Ante esta situación, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), en colaboración con la Fundación Pedro y Elena Hernández, A.C. (FPEH) y El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), colocaron rastreadores satelitales en 5 ejemplares adultos de la especie (3 hembras y 2 machos) dentro del Área Natural Protegida (ANP) Reserva de la Biosfera Ría Lagartos, con el objetivo de conocer más acerca de su comportamiento, así como sus movimientos a través de los humedales costeros de la Península de Yucatán.
El peso del transmisor es menor al 2.3% del peso corporal de los flamencos y el tiempo de colocación de los transmisores fue de aproximadamente 15 minutos, protegiendo así la integridad de los ejemplares.
Con esta tecnología será posible obtener información sobre las fechas y la ruta migratoria (hasta ahora desconocidos por los especialistas) de la especie, así como continuar con el marcaje o anillamiento de ejemplares jóvenes, lo que permitirá obtener información adicional como su longevidad.
Como parte del Programa de Monitoreo Biológico en Áreas Naturales Protegidas (PROMOBI), entre 2015 y 2017 la CONANP, FPEH y ECOSUR implementaron el Programa de Monitoreo de Flamenco del Caribe con ayuda de diferentes tecnologías como sobrevuelos aéreos con aeronaves tripuladas (censos aéreos), monitoreos terrestres directos y el uso de drones.
En México, el flamenco del Caribe (Phoenicopterus ruber) o rosado tiene como principal zona de anidación los humedales costeros de la Reserva de la Biosfera de Ría Lagartos. En esta Área Natural Protegida se han realizado trabajos significativos para la conservación de la especie, que van desde la restauración de áreas de anidación, hasta el marcaje de juveniles y el monitoreo constante de sus movimientos.
Dado que la especie se distribuye a lo largo de la costa de la Península de Yucatán, los flamencos son indicadores significativos del éxito y prioridades en las labores de conservación de los humedales costeros.
En la actualidad, el movimiento de los flamencos es asociado al cambio climático y modificaciones en los niveles de agua en las áreas de alimentación y reproducción, observándose desplazamientos de grandes distancias hacia sitios donde las entradas de agua dulce a los humedales permiten el desarrollo de sus fuentes de alimentación.
El flamenco del Caribe alcanza una altura de 1,20 a 1,40 m. El macho pesa en promedio 2,8 kg y la hembra 2,2 kg. Es el flamenco más grande del continente, y el segundo del mundo. Su color puede variar desde el rosa pálido hasta un carmesí o bermellón, dependiendo de la zona donde viva y de la cantidad de crustáceos con altos contenidos carotenoides que consuma.
(Nidos de flamenco)