La ciudad de Nagasaki anunció que no va a invitar al Estado de Israel a la ceremonia de conmemoración de la destrucción de la urbe por la bomba atómica, ocurrida el 9 de agosto de 1945.
El alcalde Shiro Suzuki le envió una carta al embajador israelí Gilad Cohen pidiendo un alto el fuego inmediato, porque «los ciudadanos de la ciudad que sufrió la bomba atómica están desconsolados al ver a tantas personas muertas en el conflicto armado».