El Senado de la República aprobó hoy las tres leyes secundarias de la reforma judicial, remitidas por la presidenta Claudia Sheinbaum el pasado 20 de noviembre, luego de un debate de casi seis horas que enfrentó a la Morena con la oposición.
La Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, la Ley de la Carrera Judicial y las modificaciones a a la Ley de Responsabilidades Administrativas, fueron avaladas con el voto de Morena y sus aliados.
Al presentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Justicia, Javier Corral, precisó que esa legislación reglamentaria crea las bases para la operación del nuevo modelo de justicia, en base a la reforma constitucional del poder judicial.
La Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación “no es una reforma técnica, sino el corazón administrativo que regula el funcionamiento de los órganos judiciales, de ahí que hay que celebrar que se sienten las bases para garantizar una impartición de justicia más eficiente, transparente y cercana a las personas”, recalcó.
Permitirá, agregó, la renovación profunda del Poder Judicial Federal a partir de la restructura de organización, integración y funcionamiento, lo cual es histórico.
Precisó que además, se crean, de acuerdo al Artículo 100 Constitucional, dos órganos clave: el Tribunal de Disciplina Judicial y el Órgano de Administración Judicial, ambos diseñados para combatir la corrupción, la impunidad, el nepotismo y la negligencia; asegurando un sistema más transparente y eficiente mediante reglas claras”.
Sobre la Ley de Carrera Judicial del Poder Judicial de la Federación, agregó, es a toral para darle fuerza y solidez a la reforma judicial. “Aseguramos que los principios de mérito, capacidad y profesionalismo serán la columna vertebral en el acceso, permanencia y promoción de los servidores judiciales.
“Con este instrumento, reafirmamos nuestro compromiso con un sistema imparcial y justo, que valore a quienes dedican su vida a la justicia, pero que también exija altos estándares de integridad y responsabilidad”.
En la misma, se ncorpora de manera transversal la perspectiva de género, promoviendo la igualdad real entre hombres y mujeres en el ejercicio de sus derechos. Además, se establece un compromiso firme para combatir la violencia institucional, implementando medidas de prevención, atención y reparación, garantizando un entorno libre de violencia en el Poder Judicial”.
Quienes formen parte de la carrera judicial , recalcó, “deberán contar conocimientos sólidos en derechos humanos y habilidades para interpretar jurídicamente con un enfoque de interseccionalidad.
También deberán aplicar métodos de juzgamiento con perspectiva de género y justica social, logrando así análisis, integrales y sensibles de los casos”.
Se garantizará el principio de paridad de género, asegurando que al menos la mitad de las plazas sean ocupadas por mujeres.