Expusieron especialistas del Proyecto Gran Acuífero Maya, del INAH, existen poblados donde se arroja la basura a los cenotes bajo la creencia de que no tienen fondo.
Asimismo, indicaron que un turismo mal encausado ha propiciado que en los cenotes se llegue a reunir a más de 20 bañistas simultáneamente, a menudo con la presencia de bebidas y otros residuos que contaminan el agua, junto con los desechos de los grandes consorcios turísticos que en las últimas décadas se han instalado en la región.