Por Gabriel Sosa Plata
Profesor e investigador de la UAM-Xochimilco. Defensor de las audiencias y un apasionado de la historia, las tecnologías y los contenidos de los medios y las plataformas digitales.
Si China ya está presente en la tecnología, en las redes sociales y en la industria del entretenimiento, ¿por qué no iba a expandirse en la televisión abierta? En México, la TV sigue siendo un medio estratégico para la información y el entretenimiento de amplios sectores de la población
En menos de dos años, de manera sigilosa, CGTN en Español, el canal internacional de China, ha logrado una expansión significativa en la televisión abierta de México y convertirse en una red seminacional.
Gracias a una alianza estratégica con el grupo Multimedios, su señal ya se transmite en la Ciudad de México y Guadalajara, así como en Matamoros, Ciudad Victoria, León, Nuevo Laredo, Huamantla, Apizaco, Tlaxcala, Puebla, Ciudad Juárez, Durango y Tampico, a través de un mismo canal: el 6.3.
Esto significa una audiencia potencial de más de 25 millones de personas, al cubrir dos de las metrópolis más grandes, varias ciudades fronterizas con Estados Unidos y diversas regiones del centro del país.
Este crecimiento de CGTN en la televisión abierta se da en un contexto de cambio geopolítico significativo. Con Donald Trump nuevamente en la presidencia de Estados Unidos y su constante amenaza de aranceles y otras medidas contra diversos líderes mundiales, la relación entre China y América Latina cobra mayor relevancia.
México, en particular, se encuentra en una posición estratégica en este reacomodo global, por compartir la frontera con Estados Unidos, por la incertidumbre sobre el tratado de libre comercio, la presión comercial desde Washington y la necesidad de diversificar sus relaciones económicas. En este panorama, aumenta la presencia mediática de China en México.
CGTN en Español forma parte de una estrategia mucho más amplia de China para consolidar su influencia global. Esta estrategia abarca la promoción de su cultura, su modelo político y sus avances tecnológicos, como la inteligencia artificial.
China ha adoptado un modelo de expansión ideológico-cultural similar al que Estados Unidos desarrolló durante décadas y que hoy tiene saturados los medios de comunicación y las plataformas digitales en muchos países.
A través de proyectos como la Cooperación Sur-Sur, China ha establecido alianzas con medios de comunicación comerciales y públicos en América Latina y promueve intercambios de periodistas para fortalecer su presencia en la región.
Los resultados de esta estrategia son notables. Como señala Hásel Paris en El Confidencial, China ha pasado del uso exclusivo del hard power (poder duro) basado en la economía y la fuerza militar, a una estrategia de soft power (poder blando) que busca influir a través de la cultura y los medios. Desde los Institutos Confucio hasta su creciente industria cinematográfica, China ha comprendido la importancia del poder audiovisual en un mundo dominado por las pantallas. Hoy, el cine chino lidera en cantidad de pantallas y aspira a convertirse en la potencia cinematográfica global antes de 2035.
Los datos de la consultora GECA refuerzan este panorama. Mientras Estados Unidos sigue siendo el mayor productor de entretenimiento, China ha superado a todos en la producción de ficción. La tendencia es clara: la industria audiovisual china está en expansión y busca competir con Hollywood no sólo en el mercado doméstico, sino también a nivel internacional.
Esta creciente influencia no pasa desapercibida para los sectores conservadores en Occidente. Organizaciones como Freedom House, con sede en Washington, han señalado la expansión de los medios estatales chinos en América Latina como una estrategia para contrarrestar la hegemonía mediática de Estados Unidos. Medios de derecha argumentan que estos acuerdos buscan posicionar a China como un socio confiable para el desarrollo y promover su agenda política en la región, lo que a su parecer debería cuestionarse e incluso prohibirse. Así, por ejemplo, lo advierte La Voz de América en varios de sus contenidos.
Más allá del debate ideológico, lo cierto es que la programación de CGTN en Español ofrece una perspectiva diferente del mundo. Desde noticiarios diarios transmitidos desde Beijing hasta documentales, espectáculos musicales y programas infantiles, el canal presenta una oferta variada y de calidad. Lo he visto en los últimos días y ha sido para mí un ejercicio enriquecedor. En un ecosistema mediático dominado, ya decíamos, por narrativas occidentales, tener acceso a otros puntos de vista y coberturas es refrescante para las audiencias.
China ya es parte de la vida cotidiana de millones de mexicanas y mexicanos. Desde la popularidad de TikTok y la expansión de DeepSeek hasta la penetración de marcas como Huawei o ZTE, la tecnología china es omnipresente. Para no ir más lejos ¿ya vio Ne Zha 2? Es una película china, que en poco más de un mes ha superado los dos mil millones de dólares en taquilla, lo que la coloca como una de las más exitosas de la historia, por arriba de muchas otras producciones de Hollywood.