La cruzada de la 4T contra los cigarros y los vapeadores tiene en la prohibición su principal punta de lanza. La frase del presidente López Obrador, de prohibido prohibir, recordando el movimiento del 68, en Salud, y en particular en la Cofepris, no se lleva adelante.
Y ahora viene un nuevo reglamento de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en contra de exhibir las cajetillas de cigarros.
COFEPRIS, ESCONDAN LAS VENTAS… ¿LEGALES?
Es absurdo, cuando vendes algo legal, lo exhibes.
Aquí la Cofepris quiere que vendas algo legal, pero a escondidas, por debajo de la mesa. Y ahí los tenderos, los pequeños comerciantes, dueños de la tienda de conveniencia, han pegado el grito en el cielo y con razón: quien no enseña no vende.
La ANPEC (Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes) de plano le pidió a la Cofepris que los tome en cuenta para su nuevo reglamento, el cual ya pasó por la Conamer sin atender ningún razonamiento de los 5 millones de pequeños comerciantes del país. La venta de cigarros es legal en el país.
Sin embargo, la Cofepris, presidida por Alejandro Svarch, prefiere seguir la ruta que, al parecer, viene desde el subsecretario de Prevención, Hugo López-Gatell, donde mejor se prohiben las ventas de productos en lugar de tener políticas públicas hacia éstos, donde para las personas adultas se exija calidad y se tengan campañas fuertes de prevención.
De plano, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) le dijo a la Cofepris que con ella se meterán en pleito judicial: “Por lo visto, la Cofepris no tomó en cuenta la consulta (de la Conamer), por lo que antes de que este decreto prohibicionista sea publicado en el Diario Oficial, caiga en letra muerta y se convierta en materia de una litis… donde el reglamento no puede estar por encima de la Ley General de Tabaco”.
Las tiendas dicen, con razón, que ellos operan a la luz de la legalidad y que es el comercio ilícito el que debe estar tras bambalinas. La Cofepris trae un reglamento totalmente prohibicionista.
PROHIBICIONISMO EN DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS Y VAPEADORES
No es nuevo en la 4T. Se considera que es mejor el prohibicionismo que las políticas de prevención, campañas de información, de vigilancia y los debates médicos.
De hecho, con el tabaco, pero también con los productos altamente calóricos, la política del subsecretario Hugo López-Gatell ha sido más proclive a la prohibición.
El decreto presidencial para cigarros electrónicos y vapeadores es prohibicionista y se dejan de lado las políticas públicas de educación, campañas de prevención para los adultos, el combate al contrabando ilegal, la vigilancia de las materias primas y, desde luego, ver las más recientes pruebas médicas, por ejemplo, de calentadores de tabaco (que las cigarreras, como Philip Morris, aseguran que es mucho menos dañino que un cigarro).
Claro que la prohibición debe darse para menores de edad. Ahí no hay duda. Los menores de edad no pueden fumar ni usar vapeadores. Pero tampoco vemos campañas de información ni políticas públicas para la prevención. Simplemente se prohíbe. Y todo termina en sendos amparos, ventas ilegales y un oscurantismo informal.
SHEINBAUM, DE F1 A MOTION PICTURE
Claudia Sheinbaum quizá se dio cuenta de la buena relación de Marcelo Ebrard con los empresarios y esta semana ha estado encontrando eco en la inversión privada. Primero con Fórmula 1, donde, al final, hasta se anunció (como le adelantamos) que la Fórmula 1 se queda en México, por lo menos, hasta 2025. Y ahora con la Motion Picture Association, con estudios que van desde Disney, Netflix, Warner Bros, Universal, Sony y Paramount. Ahí hay alianza para desarrollar en la Ciudad de México producción cinematográfica. E incluso hasta la invitaron a Washington y Los Ángeles para ver a los productores e inversionistas del ramo. Fue una semana proempresarial de Sheinbaum.
José Yuste