La salud del próximo presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, volvió a ser tema en la agenda pública pero una vez más una de las periodistas que presume retomar “temas incómodos para el poder” lo omitió.
La salud del presidente electo es un tema de interés público y periodístico, no hay margen de negación. López Obrador está a menos de 60 días de tomar las riendas del país y pese a los reportes de la prensa sobre su condición médica, insiste en que “todo está bien”, aunque no lo transparenta.
Hasta el día de hoy, miércoles 10 de octubre, el tabasqueño no ha mostrado un informe médico y el pasado lunes, luego de que circulara en redes sociales una fotografía sobre su estancia el 2 de octubre en el Instituto de Cardiología, se limitó a declarar: “Sí fui (…) Todo bien”.
Sin embargo, un día después, el periodista Carlos Loret de Mola en su columna de El Universalreveló que el año pasado, según informantes del primer círculo de López Obrador, solicitó que le quemaran los nervios en la zona de la nuca para dejar de sentir el dolor de espalda que tanto lo aquejaba y que, como único tratamiento alterno implicaba una operación, misma que rechazó frente a los tiempos políticos que se avecinaban.
Pese a la importancia periodística, Carmen Aristegui omitió en su programa del martes hablar sobre lo publicado por Carlos Loret. En las 3 horas con 42 minutos y 22 segundos que duró la emisión, mejor difundió los 17 minutos completos del mensaje que López Obrador publicó en Facebook sobre el nuevo aeropuerto.
En meses pasados, cuando el tema también cobró relevancia mediática durante la campaña electoral, Aristegui tampoco cuestionó la salud del entonces candidato de la coalición Juntos Haremos Historia.
En contraste con su posición actual, en años anteriores el manejo informativo de la periodista se movió en varias ocasiones porque se transparentara la salud del Presidente.
En 2013 y 2014, junto con quien fuera uno de sus colaboradores más cercanos, Dario Ramírez, entonces director de Artículo 19, hablaron respecto al derecho a la información de conocer la salud del Presidente.
El 25 de junio de 2013, Ramírez dio a conocer en entrevista durante su emisión en MVS Radio que la Presidencia de la República y el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (Ifai), le negaron una solicitud de información respecto al estado de salud de Peña Nieto, motivo por el cual promovió un amparo directo.
El 31 de julio de 2013, en su portal aristeguinoticias.com difundió las premisas del amparo que interpuso Artículo 19 y apoyó el hashtag #lasaluddelpeñaeslasaluddetodos, para que ciudadanos sumaran apoyo.
El 20 de febrero de 2014, sin embargo, la organización difundió la resolución del Primer Tribunal Colegiado de Circuito que rechazó el amparo de Artículo 19 para conocer el expediente clínico del presidente Enrique Peña Nieto.
“La falta de un análisis exhaustivo de este Tribunal pone en tela de juicio su compromiso con los derechos humanos y su capacidad para resolver casos en los que dos derechos humanos se encuentran en pugna, así como la de interpretar la nueva ley de amparo buscando la efectividad de este recurso”, señaló.
“ARTICLE 19 considera que la resolución se encuentra lejos de dar certeza a los ciudadanos. Ni el derecho de acceso a la información, ni el derecho a la protección de datos personales son derechos absolutos y era tarea de los Magistrados de este Tribunal definir los alcances de sus excepciones, llevar a cabo un test de interés público, estudiar a fondo la solicitud de información y definir si los datos sobre el estado de salud del Presidente de la República son de interés público. Hablamos del Jefe del Estado, el comandante superior de las fuerzas armadas quien puede declarar emergencia sanitaria y la persona cuyas decisiones impactan –para bien o para mal– en la esfera de derechos de los ciudadanos”, remató.
En ese mismo año pero el 5 de junio, López Obrador a través de su cuenta de Twitter incentivó el rumor de que Peña Nieto estaba enfermo, entonces publicó: “Existe el rumor de que EPN está enfermo. Ni lo creo, ni lo deseo. Pero es una buena salida para su renuncia por su evidente incapacidad”. Ese mismo día, menos de ocho horas después, el vocero de la República, Eduardo Sánchez, envió un tuit a AMLO con la respuesta: “Afortunadamente @EPN goza de cabal salud. Gracias por preguntar @lopezobrador_”.
Para el 14 de septiembre de 2016, bajo la firma de Sebastián Barragán, el portal de la periodista publicó el artículo “La salud de un presidente, ¿información pública?”, luego del ataque de deshidratación que sufrió la entonces candidata por el Partido Demócrata, Hillary Clinton, a la Presidencia de Estados Unidos, durante el acto conmemorativo de los 15 años de los ataques a las Torres Gemelas, en Nueva York.
Barragán citó un ejemplo de Barack Obama, y luego mencionó el caso de Peña Nieto y la opacidad que existe en las instancias públicas para conocer una información de interés público.
Ya para el 15 de enero de este año, el portal de Aristegui también difundió la información sobre la irritación ocular que sufrió Peña Nieto y algunos secretarios, por las lámparas de led puestas en la entrega del premio de la Academia Mexicana de las Ciencias en Querétaro. Las burlas, suspicacias, memes y chistes, claro, no se hicieron esperar.
Hace unos días, al anunciar su alianza con Radio Centro, Carmen Aristegui de viva voz dijo que su retorno a la radio representa un “paso más en contra de la censura y favor de la libertad de expresión”. Ojalá y esa libertad la aplicara con el próximo presidente de la nación y sin restricción alguna le preguntara sobre su estado de salud, más aún, exigiera a partir del 1 de diciembre la transparencia médica.
Alejandra Escobar Editora de Etcetera