La tercera fue la vencida para Mohamed. El «Turco» por fin consiguió un campeonato con los Rayados y así, cumplió la promesa que tenía pendiente con su hijo fallecido, Farid.
En el 2006, Antonio Mohamed fue con su hijo al Mundial de Alemania. No le pudo decir que no al pequeño Farid y junto a unos amigos, emprendieron el viaje para seguir a la albiceleste por tierras europeas.
El pequeño murió en un accidente automovilístico que tuvieron en Alemania y tiempo atrás, le afirmó que haría campeón a los Rayados, el equipo al que le iba Farid pues era mexicano.
En la Ida, Mohamed colgó sobre un asiento un rosario, en memoria de su hijo y para la vuelta hizo lo mismo.
Antes del juego en el Azteca, acudió a la Basílica de Guadalupe para pedir por ayuda divina y cuando vencieron al América, el «Turco» no tardó en estallar en lágrimas al conseguir la victoria.
El hijo de Mohamed era considerado «la mascota» del club, en su época de jugador con La Pandilla. El propio estratega confesó tiempo atrás que por el pequeño Farid le nació un gran amor por el club albiazul.
En las dos Finales que perdió, con Pachuca en 2016 y con Tigres en 2017, lloró de tristeza por no cumplir su promesa, ayer las cosas fueron distintas y las lagrimas fueron de completa felicidad.
