Entre 2018 y 2021 las tomas de gas clandestinas aumentaron mil por ciento, lo que ha fortalecido el mercado negro y han aumentado los riesgos para los consumidores, informó la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP y Empresas Conexas (Amexgas).
Sustentado en datos de Petróleos Mexicanos (Pemex), esa organización indicó que entre 2018 y 2021 fueron detectadas 2 mil 187 tomas ilegales más, lo que representó un aumento del mil por ciento. Por el contrario, las de hidrocarburos y petrolíferos disminuyeron en 4 mil 103, 27 por ciento respecto de 2018. También señaló que lo que ha ocurrido es que la delincuencia ha migrado de un producto a otro.
Según el reporte de Amexgas, el 94 por ciento de las tomas clandestinas se concentran en cuatro estados de la República: Puebla, Estado de México, Tlaxcala y Veracruz. Además, 82 por ciento se localizan en sólo 18 municipios.
Ese organismo destaca que los grupos delictivos (que calculan en una veintena) que roban y distribuyen ilegalmente el combustible recurren a la coerción y a la violencia en sus actividades, además de que constituyen una competencia ilegal que afecta directamente a Pemex. Las ganancias mensuales son de alrededor de mil 100 millones de pesos, unos 36.6 millones diarios.
Las ventas ilegales de gas son de entre el 15 y el 20 por ciento en la Zona Metropolitana del Valle de México, lo que representa una 44 mil toneladas mensuales. Al adquirir con estos distribuidores ilegales, los consumidores corren riesgos ya que las unidades de reparto y el personal carecen de medidas de seguridad y capacitación.