La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Yucatán interpuso una denuncia en contra de quienes resulten responsables, por la deforestación en el puerto de Sisal de más de 23 mil metros cuadrados de mangle botoncillo, el cual está en riesgo de extinción en México, y se colocaron sellos de clausura prohibiendo cualquier tipo de trabajo en la zona.

Según se informó, el pasado 25 de febrero, tras denuncias en redes sociales, personal de la Profepa acudió a inspeccionar el lugar, observándose que se estaba llevando a cabo remoción de este mangle. Y ya se había retirado una superficie de 19 mil 400 metros cuadrados, con motosierras, machetes y hachas, clausurándose el lugar.
Al ver que ya había degradación al ecosistema del humedal costero, con afectaciones a flora y fauna, se amplió la superficie clausurada por seguridad.
Al día siguiente, habitantes de la región continuaron con la devastación, ahora en 12 mil 600 metros cuadrados del manglar, sin importar las restricciones. Ante eso, personal de la Profepa se coordinó con la Secretaría de Marina para regresar y colocar cuatro sellos más de clausura. Además, se interpuso una denuncia ante la FGR contra quienes resulten responsables de los hechos.
El 27 de febrero llegaron a la Profepa denuncias de que, a pesar de los sellos, se estaban reanudando los trabajos de remoción y se estaba metiendo maquinaria pesada en la zona. Los inspectores de la Profepa solicitaron el apoyo de la Semar, Sedena y Guardia Nacional para atender el caso. Sin embargo, en esta tercera visita de inspección no se encontró maquinaria pesada en el lugar ni personas haciendo remoción de la vegetación.
Es importante mencionar que los presuntos responsables del desmonte y fragmentación del ecosistema serían habitantes de la localidad, quienes justifican esta actividad señalando que tiene derecho de ocupar esta zona como vivienda.
Como parte de la atención a este caso, la Profepa interpuso una denuncia ante la FGR por la remoción de 23 mil metros cuadrados de manglar botoncillo en zona federal, y por ignorar los sellos de clausura impuestos como medida de seguridad por parte de la Profepa para continuar con la extracción ilegal, todo esto en la localidad de Sisal, municipio de Hunucmá.