La operadora de restaurantes Alsea solicitó el 19 de marzo una “ausencia de 30 días sin goce de sueldo” a sus empleados, con el fin de “minimizar gastos” y “tratar de preservar los más de 41 mil 500 empleos” que ofrece a nivel nacional, por la crisis de consumo generada por el coronavirus en México.

La medida causó indignación social, e incluso fue criticada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El Primer Mandatario mexicano aseguró el 20 de marzo que despedir a trabajadores en las circunstancias actuales es “injusto” e “indebido” porque carece de fundamento legal, e hizo un llamado a los empresarios “para que tengan dimensión social y que no despidan a sus trabajadores”.
Sin embargo, la compañía que opera marcas como Burger King, Chili’s, Domino’s Pizza, El Portón, Starbuck’s y Vips no es la única con señalamientos por despido injustificado –temporal o permanente– sin indemnización de por medio.
La compañía de renta de patines eléctricos Grin Scooter y la empresa de modelos pedagógicos Knotion, también fueron acusadas por despedir sin justificación e indemnización a 120 y 76 trabajadores, respectivamente.
A estos tres negocios –incluido Alsea– se suman las denuncias en redes sociales y ante las Juntas de Conciliación y Arbitraje contra 20 hoteles en destinos turísticos de Baja California, Yucatán y Quintana Roo, que habrían despedido u obligado a renunciar a cientos de trabajadores por la caída de la ocupación hotelera, en el marco de una crisis impulsada por el COVID-19.
De acuerdo con medios de comunicación local, entre los hoteles denunciados están Azul Fives, Bahía Príncipe, Barceló, BlueBay, Catalonia, Excellence, H10, HM, Hyatt-Ziva Los Cabos, Iberostar, Meliá, Moon Palace, Oasis, Occidental, Palladium, Princess, Puerto Costa Maya, Riu Hoteles, Sandos y Sirenis.
Las medidas utilizadas por estas empresas ejemplifican la crisis financiera que se le viene encima al país, en un clima económico internacional de inminente recesión, ya que la pandemia de coronavirus tendrá un importante efecto en el mercado interno, sobre todo en los sectores de servicios y manufacturas, debido a factores como la interrupción de cadenas de suministros por medidas adoptadas de contingencia sanitaria, además de factores como la caída del precio del petróleo, en momentos en que la actividad económica global se colapsa y la demanda internacional de petróleo se contrae.TE PUEDE INTERESAR
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) prevé que la crisis de empleo por COVID-19 sea peor que la observada en 2008, misma que fue propiciada por el desplome del mercado inmobiliario en Estados Unidos, a partir de 2004.
Los cálculos de la OIT indican que la crisis actual podría costar hasta 25 millones de empleos a nivel mundial, mientras que la crisis de 2008 barrió con un aproximado de 22 millones de trabajos en todo el mundo.
Sólo en la Ciudad de México, la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) adelantó la posibilidad de que el 10 por ciento de los negocios (42 mil establecimientos) tengan que cerrar debido al virus. Dicha situación implicará caídas de hasta 80 por ciento en las ventas, con efectos devastadores para la economía de las micro, pequeñas y medianas empresas.
Para la Canacope capitalina, el peor golpe lo sufrirá el ambulantaje que emplea a 4 millones 84 mil personas, “de las cuales 25 por ciento tienen un negocio informal y pueden quedar en el desamparo”.
CRISIS ECONÓMICA
La información oficial indica que los trabajadores de los sectores productivos secundario (de la industria) y terciario (de servicios) serán los más afectados por la crisis económica impulsada, entre otros factores, por la pandemia de COVID-19.