La soberbia réplica del templo de Kukulcán erigida en el Zócalo se iluminó anoche para relatar la historia de la cultura maya.
Horas antes, una multitud arribó para disfrutar de la primera función del espectáculo titulado El pueblo maya y Felipe Carrillo Puerto. Memoria luminosa II, con lo vivido por esa civilización y el gobernante yucateco con proyecciones de videos sobre la estructura de 15 metros de altura, con sonido envolvente y danza en dos escenarios a sus costados.
En media hora se hizo un recorrido visual por la civilización maya, los mitos del Popol Vuh y la lucha del revolucionario y mandatario estatal socialista Felipe Carrillo Puerto, a 100 años de su fusilamiento en el cementerio de Mérida.
El dios maya Kukulcán, la gran serpiente emplumada, se deslizó colorida por las escalinatas, con la narración que repasaba siglos de historia de los sabios que observaron el universo. El momento en el que un joven Carrillo Puerto, quien nació en Motul, en 1874, se encuentra sorprendido ante la imponente ciudad de Chichén Itzá emprende el camino que iluminó el rostro de los asistentes que rodearon las cuatro caras de la pirámide.
Después de conocer a los hombres de maíz, se emprende el encuentro con la Conquista y la resistencia del pueblo del sureste que finalmente sufrió de la esclavitud en las haciendas henequeneras.
La proyección tridimensional y el sonido envolvente de parte de la historia en la península agradó a los miles que acudieron. Foto María Luisa Severiano
Carrillo Puerto, entonces en Morelos luchando con Zapata, regresa a su tierra natal portando los ideales de la Revolución. Después de ser gobernador fue aprehendido y asesinado.
Entre el resplandor se escuchaba el pregonar: ¡Penacho luminoso!, ¡penacho luminoso!
, que ofrecían éxitosamente los ambulantes.
Al mismo tiempo, las miradas infantiles observaban y las preguntas llenas de curiosidad no aguardaban. Por ejemplo, cuando un danzante emplumado se asomó desde lo alto un niño preguntó quién era. De inmediato, su papá le contestó maravillado: Kukulcán.
A este primer llamado de los mayas acudió un gran número de espectadores que colmaron la plaza, muchos jóvenes aprovecharon para tomarse la selfi, al igual que los pequeños. Otro grupo disfrutó, desde la lejanía, tras las vallas de 20 de Noviembre, desde donde el templo se alinea con el trazado de las calles, con la Catedral como un guardián en la parte posterior.
El encuentro visual del pueblo maya con el corazón azteca de la gran Tenochtitlan se repetirá todos los días a las 20, 20:45 y 21:30 horas hasta el 21 de julio. Este sábado se hará la inauguración oficial en la primera función, con la participación de autoridades de la Ciudad de México y de la Secretaría de Cultura capitalina.
La Jornada