Reportaje de @ricardonoseque
Ernesto es locatario.
Primero llegaron dos sujetos a la playa a pasar la tarde y tomar cerveza.
En realidad, no iban a regodearse bajo el sol, sino a recolectar información.
Cuando ya tenían identificados a los dueños, volvieron para cobrar «derecho de piso».
Un grupo criminal le pedía a Ernesto su local para golpear y torturar a quienes no pagaban el «derecho de piso».
“Me decían ‘permíteme tu baño un ratito’ y metían a mi negocio a los vendedores ambulantes. Se escuchaban los trancazos y los gritos.”
A los fotógrafos que trabajan en playa Delfines.
Ahí, el mirador sirve como un excelente escenario para los fotógrafos de bodas.
Pero deben pagar piso al CJGN. Ellos le llaman «la maleta».
También en el parachute.
Desde el parachute, los turistas pueden admirar una vista panorámica.
Pero «Carlos», quien ofrece el servicio, debe pagar al crimen organizado cerca de 500 pesos por cada vuelo.
A los dueños de bares y marisquerías.
«Para meterme presión, empezaron a publicar en redes sociales que nadie fuera a mis establecimientos si no querían morir. Me mandaban fotos al celular con imágenes de muertos. ‘Ya maté a tres. Sigues tú’».
A los restaurantes de cocina de autor.
«Me dijeron información mía, de mi carro, del restaurante, del personal. […] Ya cuando te dicen hasta de qué color son tus calzones, pues ya te sacas de onda.»
El dueño prefirió cerrar el restaurante.
A todo lo que tenga que ver con hoteles.
Una de las arquitectas del Waldorf Astoria dijo que el crimen organizado se infiltró en las obras para cobrar derecho de piso a todos los contratistas.
Y realmente se refería a *todos* los contratistas:
–empresas encargadas de la cimentación,
–los que realizan la obra civil y las instalaciones,
–los que colocan pisos o cancelería,
–los que pintan,
–los que hacen los acabados
–y hasta los de jardinería.
En Villas Otoch Paraíso, en la periferia de Cancún (a 20 km de la zona hotelera).
Ahí tienen que pagar para vivir.
A Juana comenzaron a cobrarle 500 pesos semanales por dejarla salir de su casa.
En la misma situación se encontraban sus vecinos.
A quienes instalan internet en Villas Otoch Paraíso:
Luis, un trabajador de XKnet, fue amenazado con pistola:
Si quería instalar el módem que llevaba en la mano, debía pagar 6 mil pesos.
Por eso:
En cada rincón de Cancún se cobra «derecho de piso».
Revista Gatopardo.com
Esta investigación fue posible gracias a una alianza con @ConnectasOrg.
Se publica en @PdPagina, @EspejoRevista, @AristeguiOnline, @CANAL44TV y @Gatopardocom.
Fotografía de Juan Pablo Ampudia