Por Jorge Franco Editoriales
Planteamiento general para Documento Rector y Protocolo de Investigación.
Varones jóvenes y atractivos e incluso otros no tan agraciados pero bien dispuestos, entre 18 y 35 años se dedican a la prostitución diversa en Yucatán por necesidades económicas y familiares, En las guías impresas de servicios y en las páginas de internet, puede verse que crece y se diversifica el número que varones que ofrecen servicios sexuales en variadas modalidades, por diversos rumbos y entre clientelas clasificadas. Estos jóvenes se han convertido en una opción erótico-recreativa muy solicitada en Mérida, pero también en un foco fuera de control de conductas viiolentas y enfermedades sexuales.
Según datos obtenidos de las fuentes señaladas, la prostitución masculina en ciudades como Mérida, Progreso, Valladolid, etc., está cada vez mejor establecida frente a la clientela citadina con más posibilidades económicas. .El perfil de los sexoservidores corresponde a hombres entre 18 y 35 años, que se dedican en forma voluntaria a este antiguo oficio, ofreciendo sus servicios en hoteles y moteles, domicilios de sus clientes o en sus propias casas. Solo una minoría masculina muy exclusiva, presta sus servicios en antros, saunas y piscinas, y otra minoría bastante vilipendiada los ofrece en las calles y las cantinas.
Cuando se revisan los perfiles sexuales de los varones sexoservidodes locales, puede verse que alrededor del 20% de sus miembros dicen ser homosexuales interactivos, el 30% heterosexuales dispuestos y el 45% bisexuales versátiles. Sin embargo, desde que la prostitución crece y se diversifica en las principales ciudades yucatecas, ha aumentado el número de prostitutos masculinos que no ponen ningún tipo de reparo a los clientes por considerarse parte de una actividad profesional. La mayoría de ellos ejerce la prostitución para obtener recursos extra y comparte que esto es lo que realmente importa.
Cada vez que se revisan las guías impresas y la páginas de internet, se observa que hay nuevos anuncios de jóvenes convencidos de complacer a los clientes, e incluso dispuestos a a ser lo que ellos desean. Los jóvenes que publican sus anuncios suelen tener buen nivel de estudios: el bachillerato o grado universitario, aunque estén desempleados y tengan compromisos familiares. Son pocos los que buscan clientes en las calles y no a través de las páginas de internet, las redes sociales y los teléfonos celulares..
En lo concerniente a los precios por sus servicios, los jóvenes ponen tarifas especiales para el sexo sin protección y el consumo de drogas junto con los clientes, y para el sexo bizarro con uso de equipos especiales y rutinas violentas, entre otros. Tienen también tarifas especiales por horas efectivas de sexo y placer, y también por días de acompañamiento erótico con opciones sexuales al gusto de los clientes. Los regalos que reciben de sus clientes y las compensaciones que obtienen de ellos, no se consideran parte de sus honorarios. Entre las sustancias más consumidas entre ellos están el viagra y algunos vasodilatadores como el “popper».
Se registran incluso casos de jovencitos y niños que inician en la prostitución con la ayuda de terceros, sin que pueda asegurarse aun que se trata de algún tipo de abuso personal o de trata mafiosa.. La investigación avanza al respecto pues el número de antros exclusivos y cyber sex clubs, con agendas gordas de clientes y redes de sexoservidores masculinos, crece y se diversifica en la periferia de Mérida y aumenta como rumor «correlavoz».