Análisis Opinión Actualidad
La retórica del crecimiento incluyente de Barrera Concha
Por Carlos franco
Desde la 4a. Reunión de Alcaldes en Atenas, Grecia, luego de salir a escondidas del resto de integrantes del Ayuntamiento de Mérida, Renán Barrera Concha, comenzó a decir a los emeritenses que ya no se trataba de impulsar el Desarrollo Sostenible según la Agenda 2030 de la ONU, sino de avanzar con el Crecimiento Inclusivo de acuerdo con la OCDE de José Angel Gurría Treviño, porque asumía que la Sostenibilidad no era más que una Utopía Democrática.
La nueva receta tecnocrática para el «crecimiento inclusivo» del Alcalde Repetidor bajo los colores del PAN pretendía:
1) Que iniciativas de participación clientelar y gobernanza demagógica; Plataforma de Participación Ciudadana, Observatorio Urbano para la Vivienda y el Desarrollo, Plan de Movilidad Urbana y Programa de Guardaparques, son tremendas hazañas de Innovación Social;
2) Que la reestructuración de varios trámites municipales y la intención de incluir el Análisis de Impacto Regulatorio de OCDE, son prodigios nacionales de Innovación en el Sector Público, y
3) Que la inclusión de algunas tecnologías para tratar con el público: Ayuntatel, Sitio Web del Ayuntamiento, Asistencia en Línea y App Mérida Móvil, Geoportal de Mérida, etc., son maravillas globales de Innovación Digital.
Como ahí pudo verse, ya no se tratata de hacer operante al Cabildo emeritense y las dependencias municipales para avanzar hacia los 17 objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, sino de buscar desde el Ayuntamiento de Mérida lo que la OCDE pretendia como crecimiento inclusivo a partir de prácticas tecnocráticas.
Se trataba de esquemas operativos que utilizaban la digilatización para instrumentar los cambios demográficos, para intervenir las administraciones públicas y para simular manejos avanzados de asuntos de interés ciudadano, publicitándolos en los medios pagados y las redes sociales como el avance de la participación democrática, el combate al cambio climático, la superación de los servicios municipales, etc.
No cabe duda que el fracaso del Cabildo emeritense y las dependencias municipales en lo concerniente a la Agenda 2030 de la ONU, no solo ha retenido a Barrera Concha en los brazos de Gurría Treviño y la OCDE, sino que lo ha llevado a abandonar los compromisos federales y estatales para la gestión avanzada del desarrollo sostenible, plegándose así al tipo de gestión tecnocrática que le recetaron sus asesores medioambientalistas y recursonaturalistas de cabecera, que también consideraban que la Sostenibilidad no era más que una Utopía Democrática.
Definitivamente, no puede tomarse en serio lo que sucede hoy día en el Ayuntamiento de Mérida, porque así como el Presidente Municipal comunica que tiene compromisos con las gestiones públicas del desarrollo sostenible, luego divulga también desde los medios pagados que no los tiene porque es partidario de otras retóricas desarrollistas.
Renán Barrera Concha nunca ha esclarecido ante la opinión pública el rumbo político-administrativo de su gobierno municipal y por eso anda siempre a escondidas en el Cabildo emeritense.