Por Sergio Grosjean
Y esto le cae como anillo al dedo a la portada del ayuntamiento de Mérida que pasa desapercibida, y pocos saben que hasta el año de 1949 el acceso a este bello edificio era muy simple si lo comparamos con la belleza en general del edificio.
La historia narra que ese año comenzó a demolerse una casa ubicada en la calle 58 con 63 y 65, y el visionario arqueólogo Manuel Cirerol Sansores se enteró por accidente en una cafetería de tal evento, por lo que fue a verla, y al ver la majestuosa portada la midió, y resolvió que era adecuada para instalarla en el precario acceso al palacio del ayuntamiento de Mérida.
De tal forma, le planteo su idea al entonces alcalde Vicente Erosa Cámara a quien le encantó la Idea, por lo que a la voz de «ya» contrató a personal capacitado para dicha encomienda a tiempo de rentar equipo mecánico para rescatar esa joya pétrea e instalarla en su actual sitio. Curiosamente ese año estaba a punto de demolerse en su totalidad el antiguo templo de Jesús María o Dulce Nombre de Jesús (ubicado en la calle 59 con 62 y 64, y hoy es un estacionamiento), que Salvador Alvarado mando a transformar en un edificio estilo neomaya que le entregó a los masones. Cierto al caso, antes que la picoleta de su golpe final, el arqueólogo rescató la puerta de este último edificio siendo que en el presente es la que luce el palacio municipal junto con esa bellísima portada
Portada del Café La balsa
La portada que se ubica en el costado norte de la iglesia de Santa Lucía. La historia se remonta al año 1974-1975 cuando la antigua casona propiedad del fundador del puerto de Progreso Juan Miguel Castro fue demolida (calle 65 con 58), siendo que en ese entonces era la famosa cafetería denominada «La balsa», en la que cientos de parroquianos asistían cotidianamente a deleitarse con el néctar negro a tiempo que componían el mundo. Es así, que el día final llegó en la fecha citada, pero por fortuna, un alcalde controversial, ues mandó a destruir El Olimpo llamado Efraín Cevallos, logró que esa bellísima obra de arte sea rescatada de los futuros escombros, y dispuso que se instalará en el sitio actual ya que en ese entonces había el propósito de remodelar el parque y sus portales. Interesante señalar que de acuerdo al ilustre cronista de Mérida que descansa en las nubes Renan Irigoyen, en el centro del dintel una ménsula apoya el sostén del entablamiento en el que se esculpieron 5 grupos de 3 líneas verticales paralelas de las que penden 4 molduras que terminan inferiormente en triangulo. El anillado ornamental de los anillos aplicados a los fuetes de las columnas es destinado a cortar las líneas de las estrías. El anillo al igual que todas las figuras redondas y cerradas es un símbolo de la continuidad y totalidad, por lo cual ha servido lo mismo como emblema del matrimonio o del tiempo en redondo retorno. Las líneas verticales constituyen un principio activo y dinámico
Portada de la de La Condesa
Otra portada que permanece casi en el anonimato y ubicada en el costado oeste de la ermita de Santa Isabel. De acuerdo al ilustre cronista de Mérida Renán Irigoyen, esta se ubicó en una hermosa casona situada en la confluencia de las calles 62 con 59 (esquina suroeste) y conocida popularmente como “la casa de la condesa” la cual sucumbió ante la indigna picoleta por ahí del año de 1949. Por fortuna, la portada fue rescatada y adquirida por el ayuntamiento de Mérida. Luego de transcurrir los años, el alcalde de Mérida Agustín Martínez Arredondo (administración 1964-1967), aprovechando la restauración que se realizó 1965 del templo y jardines, ordenó que se empotre en el costado norte de la iglesia y luzca majestuosamente como hasta el presente. No omito en señalar que de acuerdo al también ilustre historiador Ignacio Rubio Mañé, la citada casona demolida perteneció entre otros a la familia Martínez del Puerto ( 1870), y me pregunto si estos no fueron ancestros del citado alcalde. Sea cual fuere la respuesta lo importante es que se rescató una bellísima portada, siendo esta de las pocas que sobrevivieron luego de la independencia de México.