El tema de la migración en fotografía no es nuevo, sin embargo, para el fotógrafo Joaquín Urrutia hay vertientes que no se han expuesto a profundidad, en especial, sobre aquellas personas que desde el Sur de México comienzan su travesía para intentar llegar hasta el territorio estadounidense.
“Lo que me interesaba era saber qué hacen en su trayecto, en qué trabajan mientras, cómo viven. Me adentré a los mundos de cada personaje».
Joaquín Urrutia Partida decidió instalarse en la localidad de Tenosique, en Tabasco, cerca de la frontera que divide a México de Guatemala, para adentrarse a un mundo diferente de la migración y sus protagonistas. Aquí, tanto mexicanos como centroamericanos, que además de lidiar con la necesidad de abandonar su hogar y familia, se internan a escenarios donde la marginación, la soledad y la violencia son activos constantes, pero también brotan puntos de solidaridad y hermandad que les da esperanza de que en algún momento su sueño de encontrar una mejor calidad de vida será posible.
“Lo que me interesaba era saber qué hacen en su trayecto, en qué trabajan mientras, cómo viven. Me adentré a los mundos de cada personaje, de los sacrificios que hacen para poder sobrevivir mientras consiguen un permiso de residencia en México para irse a Estados Unidos”.
La exposición
El fotógrafo mostrará su recorrido por Tenosique en el Museo de las Artes (Musa) de la Universidad de Guadalajara, a través de la exposición “Enfrenta”, que manifiesta las diversas estampas de la migración, de los riesgos e ilusiones que convergen al azar, sin saber cuál de las dos caretas se impondrá marcando así el destino de cada migrante.
“Me deje llevar por la historia de cada migrante, les expliqué mi proyecto, conversábamos, me invitaban a su estadía, ellos mismos me contaban su historias, a veces solo sentados afuera del albergue. Me tocó un grupo de migrantes que llegaron recién asaltados y logré capturar ese momento, sus rostros llenos de miedo”.
a curaduría de la treintena de imágenes propuestas por Urrutia Partida estará a cargo del Musa, quien tras conocer el proyecto del fotógrafo mexicano aceptó dar entrada a esta iniciativa lograda gracias a la beca “Jóvenes Creadores” del FONCA, con la que Joaquín solventó las cinco visitas realizadas a Tenosique entre 2016 y 2017.
“Tenosique es el oasis del Sur de México, está a 40 o 60 kilómetros de la frontera de Guatemala (…) dependiendo de la Entidad de México cambia la situación del migrante, hay migrantes que dicen que en el Norte del país sí les ayudan con trabajo, pero también hay racismo en otros lados, el problema con los migrantes es que aquí en México no ganan en dólares —como aquel que logra llegar a Estados Unidos— son más explotados en nuestro país, ganan menos en su travesía”.
Dos caras del fenómeno
Aunque las fotografías tienen como eje principal la travesía migrante, Joaquín Urrutia adelanta que la exposición estará dividida en dos partes: una en las que se muestra, quizá, el lado amable con el que topan los migrantes, pero por otro lado, escenarios y sentimientos totalmente oscuros, solitarios y que van totalmente de la mano con los colores logrados en cada fotografía.
“Me puse a estudiar las paletas de colores que tenía a la mano para encontrar mi estilo, mi estética y creo que lo logré, cuadre los sentimientos de las personas con los colores que podía generar desde la cámara, sin filtros, sin edición digital posterior. Los colores son fuertes, imágenes muy contrastadas como los naranjas rojizos”.