La Secretaría de Salud (Ssa) actualizó el lineamiento del semáforo de riesgo de covid-19, el cual asigna mayor peso al incremento en la hospitalización y la mortalidad para determinar el cambio a los niveles de riesgo alto y máximo, esto es, al naranja y rojo. En cambio, se reduce la ponderación que se daba a la carga de enfermedad (número de personas afectadas) y transmisión del coronavirus.
Así, las 10 entidades que a partir de este lunes estarán en color amarillo deberán tener una disminución ligera de la movilidad en el espacio público y las actividades escolares continuarán bajo el esquema de la nueva normalidad determinado por la Secretaría de Educación Pública.
De hecho, con base en tal modelo, se descarta la posibilidad de suspender las actividades presenciales, aun cuando el semáforo pase al color naranja o rojo.
Lo anterior porque en el actual ciclo escolar está vigente la educación híbrida, esto es, los alumnos asisten de manera alternada a los planteles y continúan las clases a distancia, así como el resto de medidas de prevención e higiene.
Acerca de las actividades económicas y sociales, el lineamiento de la Ssa establece que en amarillo se limitará el aforo de los lugares públicos a 75 por ciento.
Con el color naranja, al que entrarán nueve estados, se reducirá la movilidad comunitaria, mientras en lugares donde se realizan actividades económicas y sociales, la ocupación se limitará a 50 por ciento y será obligatorio el uso de cubrebocas en todos los espacios públicos.
La actualización del lineamiento para la estimación de riesgos del semáforo por regiones covid-19 incluyó un apartado de comunicación de riesgos, por el cual en color verde la estrategia será permanente para contener los contagios; en amarillo se buscará evitar que estos aumenten; en naranja, habrá alerta epidémica y de saturación de hospitales.
Sobre el uso de cubrebocas, en el color amarillo será obligatorio en espacios públicos cerrados y el transporte público; y recomendado en espacios abiertos sin posibilidad de mantener sana distancia.
En las entidades donde persiste el color verde, se recomienda el uso de mascarillas en espacios públicos cerrados y se debe usar de manera obligatoria en el transporte público.
Las modificaciones al lineamiento obedecen al cambio en la dinámica de la epidemia que, en la cuarta ola –la cual empezó en la última semana de 2021–, se ha caracterizado por una mayor afectación en personas jóvenes, con cuadros leves y moderados.
Se ha mantenido una baja ocupación hospitalaria, así como una menor incidencia en la mortalidad, explicó la Ssa.
Con estas premisas, los 10 indicadores que determinan el color del semáforo en los estados se conservan, pero se modifica la ponderación de cada uno, de tal manera que tendrán mayor peso las hospitalizaciones y los decesos.
Al pasar al color naranja, las autoridades estatales deberán aplicar medidas contundentes y expeditas de mitigación para evitar en lo posible la transición al nivel rojo, advierte el documento.
La Jornada
