
Este viernes, el presidente López Obrador presentará el plan de política migratoria. Al respecto, el comisionado nacional de Migración, Tonatiuh Guillén, anticipó que México no será declarado un santuario o país de puertas abiertas para los migrantes, sino que atenderá el fenómeno con enfoque en el respeto a los derechos humanos y bajo el entendido de que se trata de una situación estructural: No es que se declare puertas abiertas o santuario; se reconocen procesos para atenderlos constructivamente.
Por ahora, el Instituto Nacional de Migración (INM) continuará el registro y expedición de tarjetas de visitante por razones humanitarias para los integrantes de las caravanas de centroamericanos que ingresaron al país a partir del 19 de octubre.
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La previsión es expedir entre 3 y 4 mil documentos de este tipo para los migrantes, quienes contarán con una clave de identidad para poder buscar empleo.
El comisionado del INM pidió no estigmatizar a los extranjeros que llegan al país ni hacerse eco del discurso del presidente Donald Trump, quien desde que era candidato enfocó su crítica hacia los mexicanos.
Guillén y Andrés Ramírez, titular de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, ofrecieron ayer una conferencia de prensa, junto con David León, coordinador nacional de Protección Civil, y representantes del gobierno de Baja California, quienes indicaron que se aplican acciones para garantizar la seguridad en los albergues.