Según información de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), México no aplica en secundaria la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), al que se había unido desde 2000. Sin embargo, no se sabe si pese a ello continuará en ese proyecto. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) expresó su preocupación por ello.
La organización anticorrupción difundió que un funcionario del programa internacional, Tue Halgreen, comentó que en México la prueba está suspendida y que no han podido conocer detalles en los dos meses recientes, aunque debería estar realizando las pruebas de campo. Sin embargo, no hay evidencia que se esté llevando a cabo.
En ese programa internacional, que está afiliado a la OCDE, México participa desde 2000, y tiene como intención medir las capacidades de estudiantes de 15 años en las materias de comprensión de lectura, matemáticas y ciencia.
Al enterarse de esa información, mediante un comunicado la OCDE manifestó su preocupación por la información anterior, y recordó que desde 2000, ningún país miembro de la organización se ha retirado de la prueba PISA, en la que México fue pionero.
La OCDE defendió el programa: “La prueba PISA ha arrojado información invaluable sobre la calidad y la equidad de la educación en México y quizá de manera más importante, ha enfocado la atención pública sobre la urgencia mejorar las oportunidades educativas de las comunidades más marginadas. La prueba PISA ha permitido realizar un seguimiento detallado sobre el progreso educativo, ha mostrado una ruta hacia la mejora de la educación y ha puesto énfasis en el costo de largo plazo de no hacer nada —en detrimento de la economía y la sociedad de México”.
La organización internacional destaca que, en medio de la pandemia y la situación por ella provocada, la información es un elemento crucial para poder asegurar que no sea comprometido el futuro de estudiantes y profesores, especialmente los más marginados.
En el marco de la crisis generada por la Covid-19, muchos países han redoblado sus esfuerzos para participar en PISA y hasta se ha incrementado su número: a los 37 miembros de la OCDE se sumarán otros 50 que no lo son y 25 más en proceso de preparación, para un total de 112 países.
La OCDE sentencia con claridad: “No se puede mejorar lo que no se puede medir”.
Finaliza con su disposición a contribuir para que los países puedan implementar la prueba PISA de manera exitosa.
En 2019 se dieron a conocer los resultados de la más reciente aplicación de la prueba PISA. Un año antes habían sido evaluados 7 mil 299 estudiantes mexicanos, de lo que resultó que México fue el último lugar en competencias entre los miembros de la OCDE, además de que no mostró avances en sus bajos niveles de aprendizaje.
Entonces los estudiantes mexicanos obtuvieron 409 puntos en matemáticas, 419 en ciencias y 420 en lectura, mientras que los promedios de la OCDE eran de 489, 489 y 487, respectivamente, lo que da una idea del rezago educativo en México, que prácticamente no había registrado cambios relevantes desde la anterior medición, realizada en 2015.