viernes, octubre 11, 2024

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«No les voy a fallar, seguiremos haciendo historia», promete Claudia Sheinbaum

Investida primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo ofreció gobernar para todas y para todos y delineó que, al comenzar la segunda etapa, el segundo piso de la transformación, por primera vez llegamos las mujeres a conducir el destino de nuestra hermosa nación. Y digo llegamos, porque no llego sola, llegamos todas.

Sheinbaum Pardo rindió protesta ante el Congreso de la Unión como titular del Ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos, después de que el 2 de junio pasado, con casi 36 millones de votos, “el pueblo de México, de forma democrática y pacífica, dijo fuerte y claro ‘es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres’; soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y, a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, presidenta constitucional”.

Al concluir la primera transición ordenada, que encabezó Andrés Manuel López Obrador hace seis años, la titular del Poder Ejecutivo ofreció continuidad en las políticas social, económica y fiscal, así como garantías a la inversión nacional y extranjera, e incluso resaltó que después del derrumbe de los mitos del modelo neoliberal, la transformación es a tal grado profunda que, aceptémoslo, a todos les ha ido mejor.

Sheinbaum Pardo defendió la política económica del presidente Andrés Manuel López Obrador y sostuvo que si México es de los países de la OCDE menos endeudados y con una moneda fuerte y, al mismo tiempo, con menos desempleo, más bienestar y crecientes ganancias de empresarios y bancos, es por la puesta en marcha del humanismo mexicano, lo que implicó dejar atrás el fracasado modelo neoliberal y el régimen de corrupción y privilegios.

La sesión comenzó con las posturas de los partidos. La presidenta del Congreso, Ifigenia Martínez (Morena), no leyó un mensaje que tenía previsto por cuestiones de salud.

Como marca el protocolo, en la sesión de Congreso General convocada para la transmisión del poder, Sheinbaum Pardo fue investida mandataria constitucional. Enseguida, el presidente Andrés Manuel López Obrador se retiró la banda presidencial. Él y su sucesora ayudaron a Ifigenia Martínez a ponerse de pie, quien dijo: Híjole, apenas me sostengo.

Ya con la banda presidencial en las manos, López Obrador dijo a la diputada de 94 años: te la paso a ti y tú se la das. Ifigenia Martínez la entregó a su vez: Te la paso a ti. Sheinbaum le agradeció: Gracias, Ifigenia. Con la ayuda de una cadete del Heroico Colegio Militar, la Presidenta se colocó la banda, momento histórico que senadores y diputados de la mayoría celebraron con gritos de ¡viva Claudia!, ¡viva la izquierda!

Al concluir la sesión, diputados se volcaron a tomarse fotografías con la Presidenta, incluso por encima de la curul donde continuaba Ifigenia Martínez.

Mienten quienes acusan autoritarismo

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo pronunció un discurso de casi 44 minutos ante el Congreso, que comenzó con un reconocimiento a López Obrador como el iniciador de la revolución pacífica de la 4T. Uno de los grandes, el dirigente político y luchador social más importante de la historia moderna, el presidente más querido, sólo comparable con Lázaro Cárdenas.

El reconocimiento se amplió a su retiro de la vida pública como demócrata y maderista y se despidió: ha sido un honor luchar con usted. Hasta siempre, hermano, amigo, compañero.

Sheinbaum Pardo ofreció después que su gobierno garantizará todas las libertades, la de expresión, de prensa, de reunión y de movilización, así como respeto a los derechos humanos, y se comprometió a que nunca usará la fuerza del Estado para reprimir al pueblo.

Respetaremos y garantizaremos la diversidad religiosa, política, social, cultural y sexual de la sociedad. Cualquiera que diga que habrá autoritarismo, está mintiendo, expresó.

Garantizó que habrá estado de derecho y aprovechó para defender la recién aprobada reforma al Poder Judicial porque, expuso, el proceso extraordinario de 2025 para elegir por voto popular a jueces, magistrados y ministros significa más autonomía e independencia de dicho poder.

Con la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, a su lado derecho, Sheinbaum Pardo expuso: piénsenlo por un momento, si el objetivo hubiera sido que la presidenta controlara la Suprema Corte, hubiéramos hecho una reforma al estilo (Ernesto) Zedillo. No, eso es autoritarismo, nosotros somos demócratas.

Explicó que con la reforma se busca terminar con la corrupción en el Poder Judicial y detalló que para la elección habrá una convocatoria única, un comité de selección de candidatos para garantizar que cumplan los requisitos ¿y quién decidirá?, la gente, el pueblo. Cómo va a ser autoritaria una decisión que, en esencia, es democrática y permite que el pueblo decida.

Expresó su seguridad en que, en los próximos años, todos quedarán convencidos de que esta reforma es lo mejor, y aprovechó para señalar a los trabajadores del Poder Judicial que sus derechos y salarios están totalmente salvaguardados.

En materia de seguridad, la Presidenta manifestó que se garantizará la disminución de los delitos de alto impacto y no regresará la irresponsable guerra contra el narcotráfico de (Felipe) Calderón, que tanto daño le sigue haciendo a México.

Anticipó que la estrategia de seguridad seguirá cuatro ejes: atención a las causas, con derechos para los jóvenes; inteligencia e investigación, con el fortalecimiento de la Guardia Nacional; coordinación con los estados, municipios y la Fiscalía General de la República, y cero impunidad.

La Presidenta, quien confirmó su visita esta tarde a Acapulco para dar continuidad al apoyo a los damnificados por el huracán John, expuso que durante mucho tiempo las mujeres fueron anuladas y desde niñas se les contó una versión de la historia para hacer creer que el curso de la humanidad era protagonizado únicamente por hombres, visión que poco a poco se ha revertido.

En su discurso reconoció no sólo a las heroínas de la patria, sino a las anónimas, a las invisibles que se hacen visibles con nuestra llegada a la Presidencia, que lucharon por un sueño y lo lograron, y las que lucharon y no lo consiguieron.

Con ella como Presidenta, agregó, llegan “las bisabuelas que no aprendieron a leer y escribir, porque la escuela no era para niñas… nuestras madres, hermanas, amigas y compañeras, nuestras hijas hermosas y valientes, nuestras nietas, que soñaron con la posibilidad de realizar sueños y deseos, sin que nuestro sexo determine nuestro destino”.

Cerró: con todas, llegan nuestros más grandes sueños y anhelos. Llegan con nosotras el pueblo de México, hombres y mujeres empoderados. La transformación les devolvió la dignidad, la libertad y la felicidad y nunca nadie se las podrá arrebatar.

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