Si bien es un hecho que el país se encuentra en un proceso desinflacionario, el panorama sigue implicando retos, por lo que los miembros de la junta de gobierno del Banco de México coincidieron en mantener una postura de “cautela” en lo referente a una posible disminución en la tasa de interés de referencia.
En las minutas públicas este jueves sobre su última reunión de política monetaria, los integrantes del banco central hicieron énfasis en que el enfoque de la guía prospectiva de la tasa que establece el costo al que se financian empresas y familias en México debe ser prudente, cauteloso, flexible y dependiente de los datos.
El documento, que no identifica con nombre a quien realiza los comentarios, señaló que un miembro de la junta señaló que hacia adelante el BdeM debe seguir con el enfoque de cautela que ha guiado sus decisiones pasadas.
En tanto, otro opinó que debe preservarse el tono de cautela ante un entorno en el cual el balance de riesgos para la inflación se mantiene sesgado al alza. Advirtiendo que no se puede descartar que sea necesario mantener el nivel actual de la tasa de referencia por más tiempo del que anticipa el consenso del mercado.
“Ante la dinámica inflacionaria que prevalece, resulta sumamente riesgoso incluir una guía futura por lo que debe reforzarse un enfoque dependiente de los datos”, dijo.
En tanto, otro miembro enfatizó que aún no debe plantearse una primera disminución de la tasa de referencia, considerando que la inflación general recientemente ha aumentado, incluso más de lo previsto.
Uno más señaló que, en su opinión, comparado con otros países, la política monetaria en México no es tan efectiva por lo que se requiere una restricción monetaria más duradera.
Agregó que el panorama es muy incierto por lo que en las próximas decisiones de política monetaria deberá prevalecer la cautela y prudencia en la administración de la restricción monetaria. Resaltó que cualquier ajuste eventual a la baja en la tasa de política no debe interpretarse como el inicio de un ciclo de relajación monetaria.
Concluyó que en las siguientes decisiones, si las condiciones macroeconómicas lo permiten, podría ponderarse el nivel de restricción que prevalezca con la evolución de la inflación y sus determinantes, en cumplimiento con el mandato constitucional, procurando un ajuste ordenado de la economía y de los mercados financieros.