El organismo de defensa de los periodistas, Reporteros Sin Fronteras, exigió al primer ministro israelí, Naftalí Bennet, detener la exportación de “tecnología tan peligrosa como el spyware Pegasus”, producido por la empresa israelí NSO Group.
En comunicado de prensa emitido este 21 de julio, RSF señaló que “al igual que las armas”, las decisiones en torno a la exportación de tecnología digital de uso delicado son “responsabilidad de los gobiernos”, que no pueden fingir ceguera ante sus dañinos efectos.
“Software desarrollado por compañías israelíes, como el Pegasus de NSO Group claramente implica al Estado israelí. Aún si las autoridades israelíes juegan un papel indirecto, no pueden evadir su responsabilidad, ya que les han otorgado a tales empresas licencias de exportación para poder hacer negocios con gobiernos extranjeros”.
En este sentido, el secretario general de RSF, Christophe Deloire dijo que tales acciones facilitan el que diversos gobiernos accedan a programas que se emplean para monitorear a cientos de periodistas y a sus fuentes, lo que implica un “gran problema para la democracia”.
Así, es “inapropiado que Israel siga promoviendo esta tecnología de punta como si fuera un negocio común. Llamamos al primer ministro Naftalí Bennet a imponer una inmediata moratoria en las exportaciones de tecnología de vigilancia hasta que se haya establecido un marco regulatorio de protección”.
La ONG informó también que este 20 de julio presentó una denuncia contra quien resulte responsable por las acciones de espionaje realizadas por medio de Pegasus. La acción legal se realizó ante la Fiscalía de París, sede de la organización.
En su sitio web, RSF informó que “dicha acción legal se produce a raíz de las revelaciones del Proyecto Pegasus sobre el uso de software de la empresa israelí NSO Group para vigilar a periodistas”.
Agrega que “dicho software se ha utilizado contra al menos 180 periodistas en 20 países, entre ellos Francia, donde se han registrado 30 casos”.
Debido a que los periodistas fueron víctimas de diversos delitos como intromisión en la vida privada, violación del secreto de correspondencia, recogida fraudulenta de datos, acceso fraudulento a sistemas automatizados de datos, y obstrucción indebida a la libertad de expresión y vulneración del secreto de las fuentes, todos ellos contemplados en la legislación francesa, RSF consideró que existe sustento suficiente para presentar la denuncia.
Agregó que aunque se inició la querella en Francia, se extenderá a otras naciones.
“La primera denuncia la presentamos en Francia porque este país aparece como un objetivo prioritario para los clientes de NSO Group y porque es donde se encuentra la sede internacional de RSF. Seguirán más denuncias en otros países. La magnitud de las infracciones que se han divulgado exige una respuesta judicial masiva”, explicó Deloire.
Añadió que “haremos todo lo posible para garantizar que se condena NSO por los delitos de los que es culpable y por las tragedias que ha hecho posibles… Alentamos a los periodistas y medios afectados a que contacten con RSF para unirse en una respuesta legal adecuada a las revelaciones sobre el software Pegasus”.
RSF recordó que desde el año 2020 incluyó a NSO Group en su lista de depredadores digitales y colaboraron en una demanda que presentó WhatsApp contra dicha empresa en Estados Unidos.
“Las revelaciones sobre la utilización del programa espía Pegasus suscitan conmoción y repugnancia, habida cuenta de la amplitud de la vigilancia y la selección de los periodistas. No, NSO Group no contribuye a la ‘seguridad y estabilidad mundial’, en contra de lo que afirma la empresa”.
“Pegasus es una herramienta vil y repugnante, inventada por mercenarios digitales y apreciada por los ‘depredadores de la libertad de prensa’ para utilizarla en la persecución de periodistas”, dijo también el organismo.
En consonancia con las acciones de RSF, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) hizo un llamado a empresas y gobiernos para detener el abuso de tecnología capaz de espiar a la prensa.
El uso de Pegasus por parte de numerosos gobiernos fue retomado esta semana por el medio Forbidden Stories en un reporte que señala que al menos 180 periodistas en diferentes países fueron espiados por medio de Pegasus, software que ha infectado alrededor de 50 mil teléfonos en todo el mundo.
El director ejecutivo de CPJ comentó que “este informe muestra cómo los gobiernos y las empresas deben actuar para detener el abuso de este software espía, que evidentemente se está utilizando para socavar las libertades civiles, no solo contra el terrorismo y el crimen”.
Agregó que “nadie debería tener un poder ilimitado para espiar a la prensa, y mucho menos los gobiernos conocidos por atacar a los periodistas con abusos físicos y represalias legales”.
Diversos organismos y medios de comunicación han alertado del uso de Pegasus al menos desde 2017. El caso volvió a saltar a primer plano esta semana, luego de que Forbidden Stories revelara, entre otros datos, que en México, el gobierno de Enrique Peña Nieto espió a 15 mil personas por medio del programa.
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