Por medio de las remesas, los migrantes mexicanos que radican en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, han dado un importante impulso a la economía del país, fuertemente afectada por la pandemia de Covid-19, coincidieron especialistas, quienes destacaron que si bien son usadas principalmente para el consumo, una parte se ha destinado a la inversión productiva de las familias que las reciben.
Jesús Cervantes, coordinador del Foro de Remesas de América Latina y el Caribe del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, destacó que el dinero que envían los trabajadores financia gastos relacionados como alimentación, educación y salud, pero también va a inversión o formación de capital mediante un micronegocio o construcción de vivienda.
“A través de encuestas a migrantes nos damos cuenta que las remesas también han servido para pequeños negocios, construcción de vivienda e incluso viviendas adicionales para rentar. En otras palabras, las remesas financian gasto de consumo, así como gasto de inversión o formación de capital de los hogares receptores”, apuntó el especialista.