Todo indica que Televisa dejará finalmente la actividad radiofónica, piedra fundamental sobre la que se levantó el emporio de Emilio Azcárraga Vidaurreta, y hoy encabezado por Emilio Azcárraga Jean. Aunque la empresa no lo ha hecho oficial, la decisión de abandonar la radio fue sugerida hace dos semanas por Alfonso de Angoitia, co-presidente ejecutivo de Televisa, y “extraoficialmente confirmada” este lunes por casi todos los periódicos nacionales, que, citando “fuentes de alto nivel en la empresa”, publicaron que el consorcio “inició negociaciones para vender sus activos en radio”.
No estratégico
El 10 de julio, De Angoitia dijo en conferencia con analistas financieros que Televisa “avanza en su estrategia de vender sus activos no estratégicos, que incluyen negocios de apuestas y radio, para concentrarse en su principal mercado” (https://lta.reuters.com/article/internetNews/idLTAKBN1K02J9-OUSLI). El principal mercado de Televisa, como se sabe, es la producción de contenidos audiovisuales y la distribución de éstos (junto con otros comprados a socios comerciales) mediante diferentes plataformas: televisión abierta, de paga (cable y DTH) e internet, ámbito en el que espera crecer durante los próximos años.
La radio ya no es “estratégica” para Televisa; en realidad no lo ha sido durante el periodo de Azcárraga Jean al frente de la empresa. El tercero de la dinastía decidió, prácticamente desde que asumió la conducción de Televisa, operar su negocio radiofónico en alianza con algún socio.
Radio Centro
En mayo de 2000, Televisa acordó con Radio Centro una concentración en la cual aquella tendría mayoría accionaria —mediante la compra de títulos a ese grupo—, pero Francisco Aguirre Gómez, presidente de Radio Centro, encabezaría el Consejo de Administración y asumiría la presidencia ejecutiva de la empresa resultante. La alianza habría significado la creación de un enorme conglomerado radiofónico con más de 100 estaciones en el país, de las cuales 12 estarían en CdMx.
De manera extraoficial la Comisión Federal de Competencia (CFC) sugirió a las dos empresas que antes de enviarle la solicitud de fusión se deshicieran de “algunas” de sus estaciones ubicadas en el entonces DF. Ante ello Televisa y Radio Centro prefirieron cancelar el proyecto.
Grupo ACIR
Televisa insistió. En septiembre de 2000 anunció, junto con Grupo Acir, la firma del siguiente acuerdo: a) Televisa adquiriría 27.8 por ciento de las acciones de Acir; b) se constituiría un conglomerado llamado Acir-Radiópolis con 194 radiodifusoras en el país (el mayor en la república) y una participación accionaria de 50.01 por ciento para Televisa y 49.99 para Acir; d) Francisco Ibarra López, de Acir, presidiría la nueva empresa, tendría un lugar en el Consejo de Administración de Televisa, y su hijo, Antonio Ibarra Fariña, sería el director general de Acir-Radiópolis.
Las empresas presentaron formalmente el proyecto de fusión a la CFC, quien decidió no aprobarlo. Televisa interpuso recursos legales para impugnar la decisión, pero no tuvo éxito.
Prisa
Fue hasta 2001 que Televisa pudo asociarse con otra empresa para manejar su negocio radiofónico. En octubre de ese año firmó con el Grupo Prisa, de España, la compra de 50 por ciento de la división radio por parte del grupo español. Según el acuerdo, Televisa Radio se manejaría de manera compartida: el director general sería designado por el Consejo de Administración de Televisa a propuesta de Prisa, mientras que la parte financiera estaría a cargo de una persona designada por el consorcio mexicano. Es decir, Prisa controlaría la definición de contenidos y Televisa las finanzas. La CFC aprobó la concentración por considerar que no implicaba riesgos para la “competencia y libre concurrencia” en el mercado radiofónico mexicano.
Televisa, por lo tanto, venderá 50 por ciento de la división radio, integrada por 17 estaciones. El otro 50 permanecería en poder de Prisa, quien tendría que negociar nuevas reglas con el comprador (o el refrendo de las pactadas con Televisa), o bien vender su parte accionaria. El asunto apenas empieza: el Instituto Federal de Telecomunicaciones —con base en sus facultades legales en materia de competencia económica en radiodifusión y telecomunicaciones— deberá vigilar el proceso.
