El periodista Ciro Gómez Leyva dio a conocer que el atentado en su contra tuvo la intención de matarlo, de acuerdo con la conclusión a la que llegaron los peritos de la policía capitalina que analizaron el caso.
Al abrir su espacio informativo de este viernes 16 de diciembre, el periodista se mostró sumamente conmovido al agradecer “de corazón” los múltiples mensajes de apoyo y solidaridad que recibió tras revelar, por la noche del jueves, que dos individuos habían baleado la camioneta en que viajaba.
“Alguien me quiso matar anoche”, así se desprende de la revisión que los peritos hicieron de la camioneta, dijo. Señaló que él mismo se encontraba al volante, como siempre, ya que no cuenta con escolta o chofer.
Informó que la camioneta es propiedad de Grupo Imagen, que se encuentra blindada y que gracias a ese blindaje es que salvó la vida.
“No tengo pleitos personales, no tengo deudas”, pero a pesar de eso, “alguien me quiso matar”, reiteró, con los ojos húmedos.
Dijo que pudo ver que dos individuos a bordo de una motocicleta lo atacaron con arma de fuego, pero que según dijeron los especialistas de la policía, hay indicios que hubo otro tirador desde un segundo vehículo.
Agradeció la “excelente atención” que recibió por parte de la policía capitalina y del ministerio público, ante quien declaró hacia las dos de la mañana.
En tanto, en redes sociales se multiplicaron los mensajes de solidaridad, pero también, de parte de cuentas afines al obradorismo, se esparció la afirmación de que se trató de un autoatentado.
El diario La Jornada, por medio de su sección editorial Rayuela, lanzó la insidia: “¿A quién beneficia un atentado contra el periodista?”.
Por su parte, el presidente López Obrador, quien esta misma semana dijo que ver a Gómez Leyva da un “tumor en el cerebro”, le manifestó su solidaridad, pero a los pocos minutos emprendió nuevos ataques en contra de la prensa.
También manifestaron su supuesto apoyo la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum y el youtuber Vicente Serrano. Este último ha llamado continuamente a la hostilidad en contra de Gómez Leyva al calificarlo, desde hace años, como un “chayotero”.
