Nacieron para estorbar.
Por Sergio Grosjean
No me sorprende cual era el objetivo final de los millonarios maceteros pues eso esperábamos, es decir, todo parece indicar que era que cumplan con la función de gastar por gastar y al final arrumbarlos por cualquier auditoria.
Lo que si me sorprende cual fue su destino final, pues cuando me lo comentó nuestro amigo Iván, pensé que era un chiste hasta, que me lo demostró. Esto parece una burla. No le veo de otra enfilarlos encima de un seco jardín en la colonia Juan Pablo II.
El asunto es que si se dilapidó el dinero en algo que evidentemente fue un estorbo por años, además que afectó la circulación y al comercio en el centro histórico por simple capricho y los quitaron hasta que al inquilino de la gobernatura le llegó uno nuevo como meterle adocreto a la calle 60 y la plaza grande, no logro explicarme como a esos millonarios maceteros no les dieron un uso decente y solo los asentaron en un sitio que solo afean, estorban, y hasta evidencian el desprecio de su propia obra.
Por ejemplo, bien pueden ser utilizados en sitios donde hace falta áreas verdes, como podrían ser muchos estacionamientos públicos del estado, llámese siglo XXI o el modulo de la policía en esa misma zona donde no hay un solo árbol y se requieren; obviamente con plantas adecuadas. Ojalá y al menos en esta ocasión recapaciten y los reubiquen y les den un buen uso pues el daño y el gasto ya está hecho. Feliz semana.
