En defensa del nuevo decretazo ante una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no se trata de ocultar información sino de impedir que les paren las obras de infraestructura, además de ofrecer disculpas “por las molestias”.
El pasado jueves, apenas unas horas después de que el Pleno de la SCJN declarara inválido su decreto de noviembre de 2021 (con lo cual resolvió la impugnación presentada por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales), en el que declaró como de seguridad nacional y de interés público varias de sus obras emblemáticas, el presidente publicó uno nuevo prácticamente en el mismo sentido.
Este viernes López Obrador busco justificar su reincidencia en el decretazo con la argucia de que no se busca ocultar información: “Dicen: ‘Es que no quiere el presidente que se sepa cuánto se está invirtiendo en el Tren Maya porque hay negocios o hay corrupción’. No, no somos iguales: nosotros no somos corruptos. Yo lo que estimo más importante en mi vida es la honestidad. Además, engañan a la gente, porque son personas inmorales, sin escrúpulos. El que se reserve una obra de estas como de seguridad nacional o de interés público no significa que no se va a informar”.
Según él, no hay disposición legal para negar la información, y dijo que la Auditoría Superior de la Federación revisa los contratos del Tren Maya y de otras obras.
Añadió el otro motivo: que hay quienes quieren detener sus construcciones: “Sí tenemos que proteger estas obras porque estos insensatos, irresponsables, corruptos, además muy antipatriotas, pueden pararnos las obras, como ha sido su intención. No estoy inventando nada, no estoy hablando al tanteo, y tenemos que proteger, blindar estas obras de seguridad nacional y de interés público”. Aunque, si están cumpliendo con las leyes, no debería haber motivo para ello.
El tabasqueño recurrió hasta a un nacionalismo muy ramplón: acusó que quienes promueven amparos contra sus obras reciben financiamiento del gobierno de Estados Unidos, y volvió a mencionar a su bestia negra: Claudio X. González.
También volvió a atacar a los jueces: “Imagínense el Poder Judicial y, en particular, la Suprema Corte, que está completamente en contra de nosotros y de la transformación del país, que forma parte también del mismo grupo conservador y corrupto”.
Y acusó a la ministra presidenta de la SCJN de contratar a una mujer que trabajó con Genaro García Luna y que habría firmado contratos presuntamente ilegales, por lo que “entonces, cómo no vamos a blindar los trenes y los puertos. Tenemos que poner por delante el interés general, y ese es mi trabajo. Y ofrezco disculpas por las molestias que causa, pero tengo que defender el interés público. No puede estar el interés personal, por legítimo que sea, por encima del interés público”.
Asíetera justifica el presidente su asalto a la autoridad de la Suprema Corte
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