Por Sergio Grosjean
Me llama la atención que ni un solo candidato de cualquiera de los 3 órdenes de gobierno haya abordado el delicado asunto del agua. Estamos ante un peligro inminente de quedarnos sin agua aunque ud. no lo crea.
De acuerdo a un estudio realizado por el CICY, el agua residual generada en la región es de aproximadamente 237 mil millones de litros, pero por desgracia, el 98 por ciento de este vital líquido no es tratado. Entonces, el agua que llega a nuestra casa se extrae de pozos profundos que sin duda algún tipo de contaminación traen pues solo se clora y los metales pesados no los elimina este químico.
Pero la cosa está peor para el 30% de la población, ya que de acuerdo al Programa Hídrico Estatal 2014-2018 de Yucatán, se identificó que alrededor del 30% de la población carece del servicio de agua entubada, por lo que sus fuentes de abastecimiento son pozos y de cenotes como observamos en la imagen. Esta es la realidad de muchisimos cuerpos de agua en Yucatán.
Finalmente, a este ritmo, con base a los estudios del Dr. José Adán Caballero, investigador del CICY, en solo 6 años el abastecimiento de agua ya estaría comprometida. Hoy envueltos en la intensa sequía y calor, el descenso en el nivel del manto acuífero ha bajado niveles pocas veces visto ( al menos desde que llevamos un monitoreo del agua de los cenotes desde hace 10 años).
Y que quede claro, este problema se ha generado por el crecimiento poblacional e industrial, motivado por la terquedad del gobierno del estado al invitar incansablemente a que todo el mundo venga a vivir a nuestro estado, a grado que medios nacionales ya sugieren que deje la gente de venir a vivir a Yucatán.
