Por Sergio Grosjean
En los últimos días, han surgido contundentes artículos en diversos medios periodísticos acerca del desfalco que se evidenció en el sistema de transporte público de Mérida. Se reportan cientos de millones de pesos que fueron desviados (robados) durante el gobierno de Maurico Vila, y hasta el presente, varios empresarios continúan recibiendo dividendos derivados de contratos leoninos otorgados por ese obscuro y pequeño personaje.
No quiero entrar en ese detalle pues ya otros medios de comunicación han expuesto de manera amplia y contundente como el proyecto de transporte público evidentemente surgió como casi todo lo que se hizo durante ese gobierno: sin planeación, imposición y capricho, asi como los inexistentes estudios técnicos, y por supuesto hechos con las patas para justificar cientos de millones de pesos.
Espero ya en breve el gobernador Joaquín Díaz y la alcaldesa Cecilia Patrón analizen con en conjunto con EXPERTOS y no con improvisados como sucedió en la anterior administración, el asunto de las vialidades de Mérida que desquició el ex gobernador y su pandilla.
La lista es más que extensa donde podemos ejemplificar el daño que se causó a las vialidades, mismo que aparte de arruinarle la vida a cientos de familias que tuvieron que cerrar sus negocios por la imposición de las llamadas ciclovias en zonas donde ni por error se debieron instalar, mismas que utiliza un ciclista a cambio de desquiciar el tráfico.
Es hasta insultante la forma en la que instalaron boyas metálicas, violetas y topes para dividir carriles en toda la ciudad para que transite un «xla» autobus. Una manera más que grotesca de dilapidar el dinero, ya que hay sitios donde colocaron este tipo de artefactos, que parece fue exclusivamente para justificar la compra. ¿Quien habrá sido el «ganón»?
Igual de grave sigue siendo que no se hayan retirado y continúen haciendo daño provocando cotidianamente accidentes y rompeduras de llantas al por mayor, llámese Paseo de Montejo, av. Jacinto Canek o Francisco de Montejo por citar algunos ejemplos.
Las boyas y topes instalados de manera lateral en el arrollo vehicular qué dividen los carriles con el sistema de transporte «va y ven» y el «ietram», solo sirven para ocasionar accidentes y estresar a los conductores.
Por citar un ejemplo, en la avenida aviación, quitaron un carril y mataron decenas de árboles para dárselo a dos camiones (y que por cierto muchas veces ni ellos utilizan), y lo curioso, es que al llegar a la altura del aeropuerto, para acceder, es inevitable invadir ese carril. Siendo honesto como siempre, solo a un tarado se le pudo ocurrir tal cosa.
Me sigo preguntando cuando van a retirar todas las boyas metálicas de Paseo Montejo y su de prolongación qué han desquiciado del cabo al rabo las vialidades y afectado a decenas de negocios. Antes que al pequeño ex gobernador se le ocurra hacer esa ciclovia en esa vía e instalar miles de boyas metálicas y jardines en la calle ( estos últimos evidentemente los mando a hacer para perjudicar a los hoteleros qué con más que justa razón externaron su descontento por esa locura que se hizo), transitar por allá era más que relajante y agradable, a diferencia del presente que es más que estresante y es mejor evitarlo. Independientemente que quedó espantosa nuestra emblemática avenida.
Urge reubicar las despintadas y abandonadas ciclovías, pero con el apoyo de expertos y con consenso ciudadano.
Creo los amigos lectores podrían citar cientos de calles donde urge que se retiren esas trampas mortales que instalaron, y más que interesante sería contar cuantos artefactos se instalaron y su costo. No me cabe ni la más remota duda que estamos ante uno de los desfalcos más grandes de la historia de Merida y que curiosamente ha pasado desapercibido.
¡Ojo!… cada boya metálica puede costar entre $50 y $200, y si lo multiplicamos por cientos de miles nos iremos de cabeza al ver el monto que posiblemente ni en la calculadora alcanzarán los digitos, y si a eso le agregamos los topes de caucho y las vialetas, nuestra sorpresa sera inédita.
No me crean, solo les sugiero que cuando círculen, presten atención a ese detalle que podría asegurar que ni el 10% se justifica. Sergio Grosjean Abimerhi 06/05/2015
