¡Descansa en Paz…!
Don Luis, Gracias Papá! Cumpliste con esa vocación que nuestro padre Dios te procuró. Hoy, con tu partida, sólo nos haces reconocer con un profundo agradecimiento el ser tus hijos, enseñarnos a trabajar y a siempre procurar por los demás, con un fin desinteresado. Gracias papá, porque nos enseñaste que el poder más valeroso que puede brindar una persona es su ayuda hacia cualquier ser vivo y, precisamente, esa acción la define por completo y que «no siempre quien tiene quiere, y quien puede, no siempre quiere». Nos enseñaste que la procuración hacia el prójimo, sin un interés a cambio, llena más el alma.
Por esa razón, siempre te recordamos como un vallisoletano ejemplar, quien dedicó gran parte de su vida al mejoramiento de la calidad de vida de los demás, sin esperar nada a cambio o tal vez sí, pero con la firme convicción de que con el tiempo las recompensas llegan solas. Te distinguiste por tu filantropía y atención desinteresada hacia los demás al ayudar a que centenares de personas sigan siendo beneficiadas por las donaciones que hiciste y que se emplearon para obras educativas, de salud, religiosas y de esparcimiento. Gracias Don Luis, porque junto con tu esposa amada, nuestra Gran madre, Dulce María García Burgos (q.e.p.d.), fueron ustedes los grandes precursores de acciones con sentido social, y gracias al patrimonio que forjaron juntos a lo largo de su vida, tomaron la gran decisión de donar numerosos terrenos para la construcción de obras en beneficio de la sociedad. Muy orgullosos de ti por esas constante y desinteresadas donaciones emblemáticas como el terreno para la «Clínica Médica San Lucas», institución en la que laboran médicos cristianos que han llegado a Valladolid desde hace más de 20 años. Gracias papá por darnos otro gran ejemplo de tu gran desprendimiento con la donación del casco de la hacienda X’Corazón, donde actualmente funciona la «Casa de la Cristiandad» y por la creación, con otros grandes vallisoletanos, del albergue «San Camilo de Lellys», ente dedicado a la atención de personas con adicciones. Pero tu gran corazón se abrió también para la apertura del Centro de Desarrollo Infantil (CENDI) «Marcelina Silva de Arceo», las primarias «Josefa Centeno Rosado» y «José María Iturralde». Y tu gran participación altruista al donar cuatro hectáreas para ampliar las instalaciones del lienzo charro «Los Gavilanes», y al ceder el terreno donde actualmente funciona el módulo de Salud Urbano de la SSY. Y los jóvenes del Conafe y los integrantes de Jubilados y Pensionados “Heroica Zací” A.C. te están agradecidos por tus acciones hacia ellos. Sabemos que estás acciones de ayuda al prójimo te trajeron muchas satisfacciones a lo largo de tu vida. Y justamente, este tipo de acciones te han catalogado, Don Luis, como un ejemplo al ser un hombre con valores y principios que te destacan como el vallisoletano más altruista de la región.
Hasta pronto Papá. Doña Dulcita, el gran amor de tu vida, tu esposa solidaria, gozará este reencuentro que con tu partida, bendecida por Dios, se concreta esta tarde del 16 de agosto del 2022. Casi a los 90, pues el 12 de septiembre los cumplirías. Te queremos. Estamos orgullosos de ti. Tus 10 hijos.
Roger Alcocer Garcia