Por Témoris Grecko Periodista
El ejército de Israel presume de ser «el más humanitario del mundo», y sus simpatizantes lo repiten como mantra, «demostrándolo» con ejemplos como esta novedad:
Acaban de dividir Gaza en un montón de pequeños sectores. Se supone que, humanitariamente, van a avisarle a la población civil cuáles van a ser atacados para que pueda salir de ellos.
El texto dice que «amablemente les informamos que los vecinos de los sectores 760, 963, 961, 1811, 1808, 1772 por su seguridad, los invitamos a evacuar sus hogares».
Como un juego de mesa, pero de vida o muerte.
La gente tendrá que estar pendiente para escapar antes de que sea tarde, y ojalá que en la dirección correcta. Aunque esté enferma, herida, hambrienta, sedienta. Aunque esté saturado de personas, porque a la zona sur ya expulsaron a los residentes del norte, para que sobrevivan unos sobre otros consumiendo recursos cada día más escasos.
Para conocer los avisos, a los «usuarios» les ponen las cosas fáciles: de entrada, están en árabe, que les resulte cómodo; y solo tendrán que escanear un código QR o consultar las redes sociales del ejército.
Del mismo ejército que les quitó la electricidad y la internet.
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¿Y saben de qué sirve esto?
La lógica es que si el ejército ya hizo todo para ayudar a la población civil a salir de las zonas de combate, no hay razón ni motivo válidos para que haya civiles en las zonas de combate.
En consecuencia, todo ser vivo que vean por ahí es considerado un objetivo militar legítimo.
Y si alguien denuncia que asesinaron a mujeres, a niños, a hombres inocentes, lo dicen con desparpajo: ¿qué andaba haciendo ahí?
