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La salud digital ya no es opcional, es el futuro de la medicina

Mérida, Yucatán, a 19 de junio de 2025.- “¿Nacer en la era digital significa estar preparado para la salud digital?” Con esta pregunta, el Dr. Luis Antonio Reyna Martínez, especialista en comunicación en salud y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, inició su conferencia “Del interés a la acción: preparación de comunidades universitarias para la salud digital”, en el marco del ciclo Miércoles con Ciencia que organiza la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Yucatán UADY

Durante su ponencia, el también médico egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León y doctor en Imagen, Arte, Cultura y Sociedad, abordó los retos y oportunidades que implica la incorporación de la tecnología en la formación de profesionales de la salud, así como la necesidad de transitar de la curiosidad inicial hacia una acción concreta y estructurada.

“Después de la pandemia, se asumió erróneamente que, por haber nacido en la era digital, todas las personas jóvenes dominan las tecnologías de forma adecuada. Pero eso no necesariamente es cierto, sobre todo cuando hablamos de su uso con fines médicos o de salud pública”, expresó.

El Dr. Reyna presentó una cronología del desarrollo de la salud digital, que comenzó con el término e-salud en los años noventa y que, actualmente, con el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se consolida como un campo que articula herramientas como la inteligencia artificial, el Big Data, la salud móvil, telemedicina y las plataformas digitales para mejorar la atención sanitaria.

“La OMS ya advierte que muy pronto la salud digital no será una opción, sino la forma natural de ejercer la medicina y la salud pública”, afirmó.

En este contexto, compartió los resultados preliminares de la tesis de un estudiante de Medicina de la división de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo (Uqroo), donde se identificó que la comunidad universitaria se encuentra en un nivel bajo de preparación digital.

“El diagnóstico reveló que nos ubicamos en un nivel dos de una escala de preparación comunitaria: negación y resistencia. Algunos reconocen la importancia del tema, pero existe un desconocimiento general sobre su impacto real en la formación médica y profesional”, puntualizó.

Entre los factores que contribuyen a este rezago se encuentran la brecha generacional, las metodologías docentes tradicionales, la falta de capacitación del profesorado en herramientas digitales, así como determinantes socioculturales y económicos.

“Muchos estudiantes ven la salud digital solo como el uso de bases de datos, sin entender su potencial para la prevención, diagnóstico, autocuidado y atención personalizada”, explicó.

Reyna Martínez ilustró el contraste entre los métodos tradicionales y los avances tecnológicos actuales con un ejemplo personal.

“Yo aprendí anatomía disecando cadáveres durante dos años, oliendo a formol. Hoy existen simuladores y realidad aumentada que permiten ver el cuerpo humano con mayor precisión, sin importar el área de especialización. Es otra forma de aprender, más eficiente, más limpia y más accesible”, compartió.

Asimismo, hizo un llamado a integrar las competencias digitales como parte esencial del currículo universitario, especialmente en áreas como la investigación, la atención primaria, la promoción de la salud y la gestión clínica.

“Tenemos que capacitar de manera continua a docentes y estudiantes, definir hasta dónde queremos llegar como institución y unificar el lenguaje técnico. No queremos formar ingenieros en inteligencia artificial, pero sí profesionales capaces de aprovechar estas herramientas éticamente y con responsabilidad”, apuntó

La ponencia finalizó con una propuesta concreta para fortalecer la alfabetización digital en salud en las universidades, basada en siete ejes temáticos: conectividad para la colaboración profesional, uso de plataformas informativas, registros clínicos electrónicos, telesalud, salud móvil, redes sociales y comunidades virtuales, e inteligencia artificial.

“No se trata de tecnología por tecnología. Se trata de calidad: que resuelva, sea accesible y que funcione en el menor tiempo posible”, concluyó.

Este evento forma parte de las actividades de divulgación científica impulsadas por la UADY, con el propósito de fomentar una cultura universitaria crítica, reflexiva y comprometida con la innovación tecnológica al servicio de la sociedad.

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