Activistas de Greenpeace denunciaron que el tramo 5 del Tren Maya pasa por un sitio de cuevas denominado «Avispa enojada», por lo que advierten podría provocar socavones con el paso del tiempo.
“La construcción de infraestructura ferroviaria encima de terreno kárstico, poroso y de poco espesor es altamente riesgosa y puede derivar en inminentes colapsos, además de generar la contaminación irremediable de este acuífero debido a la perforación para la instalación de pilotes y otras estructuras”, advirtió Greenpeace en un comunicado.
Este sitio conocido como «Avispa enojada» tiene 3,278 metros de longitud y fue mostrado por Greenpeace el pasado lunes durante una protesta.
Imagen de Greenpeace