Por Angélica Recillas
Sin haberla visto, el presidente Andrés Manuel López Obrador, calificó como un “churro”, la más reciente película del cineasta mexicano Luis Estrada, “¡Viva México!”; también aseguró que el filme tiene dedicatoria en contra de su gobierno.
Es decir, el mandatario se formó su juicio “de oídas”; tal vez su amigo el monero Hernández lo imbuyó de sus opiniones: que la cinta niega “la revolución de conciencias” que, a su juicio, es la principal característica de la “cuarta transformación” en la que él cree ciegamente.
Tal fue la molestia del caricaturista con Luis Estrada, que a través de su cuenta de Twitter reveló que se negó a la petición del director de hacer el cartel de la película por cuestionar un proyecto político del que él se siente parte. También confesó no pudo ser capaz de escuchar una entrevista que le hicieron Álvaro Delgado y Alejandro Páez, periodistas defensores de la 4T. Simplemente, ya no quiere saber nada más de Estrada.
Contagiado de esos sentimientos, López Obrador se lanzó en su mañanera del pasado 29 de marzo contra Luis Estrada a quien se refirió como un director “progre buena ondita” que realizó un producto para consumo de los conservadores.
“Este director falsea la realidad para quedar bien con los conservadores y les va a ir bien, nada más que ya enseñaron el cobre. Eso es muy bueno, es algo que está sucediendo con nuestro movimiento, que ya no hay justo medio”, espetó.
Dijo también que “ya tenía problemas” con Estrada porque su película “El infierno” era racista y clasista. Sin embargo esta última afirmación del presidente, no es del todo exacta, como tampoco es cierto que siempre tuvo diferencias con Estrada; no hace mucho dijo que era un director de primera y más aún, en diferentes momentos usó sus películas para sus alusiones y denuncias de los gobiernos pasados.
Fue el 27 de octubre de 2022, hace apenas cinco meses, cuando en medio de comentarios sobre Genaro García Luna y el sexenio de Felipe Calderón, López Obrador sacó a relucir “El infierno”, cinta que Luis Estrada lanzó en aquel sexenio para hablar de la guerra contra el narcotráfico. Según el presidente se trató de una película muy buena aunque, en efecto, recalcó que no le gustó que en el filme se hablara de una búsqueda de sicarios en Oaxaca.
“Una vez vi una película muy buena, de estas de actores independientes, de primera; pero sólo no me gustó una cosa, que no tiene que ver con los actores, sino con el que escribió el guion. ¿Cómo se llama esa película? El Infierno. Es de Luis Estrada, que es extraordinario, es un cineasta de primera. Y ahí también actuaba Damián Alcázar, que para mí es el mejor actor mexicano… pero lo que no me gustó de esa película El Infierno, es que se les hizo fácil decir: ‘Vamos a traer a gente más violenta’ y deciden que van a ir a buscar a gente más violenta en las comunidades de Oaxaca, y ahí no estoy nada de acuerdo, porque en las comunidades de Oaxaca es donde hay más cultura, no hay esa violencia”, dijo.
Con anterioridad, en la mañanera del 18 de octubre de 2019, ya había mencionado que esa referencia de buscar sicarios en Oaxaca era lo único que no le había gustado de la película “El Infierno”, pero consideró que no había habido mala fe y, fuera de eso, le parecía muy buena.
“Una de las películas que hicieron sobre el narcotráfico, muy famosa y buenos actores, no me gustó un tema del guion, porque se supone que contrataron sicarios, los que eran más sanguinarios, de comunidades indígenas; y eso fue una gran ofensa. A lo mejor pasó desapercibido, hasta ahora lo estoy yo señalando. Vi la película y muy buena, yo creo que ni siquiera el que escribió el guion lo hizo de mala fe”, explicó.
Ahora bien, López Obrador ya había recurrido en ocasiones anteriores a las películas de Luis Estrada para contextualizar sus críticas a los gobiernos que él llama neoliberales. A continuación un recuento.
25 de mayo de 2015. El entonces dirigente de Morena, se quejó de que le ponían obstáculos para realizar actos políticos en las explanadas de algunas delegaciones de la Ciudad de México, una de ellas, Gustavo A. Madero. En un mitin en la explanada de Azcapotzalco, se refirió a la película “La Ley de Herodes” para explicar la forma en que actuaba el grupo político que gobernaba aquella demarcación.
“Primero, fue Víctor Hugo Lobo Román y después Nora Arias se comportan como el personaje de la película “Ley de Herodes”, hacen su propia constitución, sus propias normas, sus propias leyes como si Gustavo A. Madero no fuera parte de la República Mexicana”, dijo
16 de noviembre de 2014. Durante una gira por distintos municipios Estado de México, habló profusamente del reportaje de la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, que una semana atrás había sido publicado por el equipo de investigaciones especiales de Carmen Aristegui, en su programa de noticias que entonces se transmitía por MVS.
Al abordar este caso, citó la película “La Dictadura Perfecta”, para recordar que Peña Nieto había llegado a la presidencia apoyado por Televisa.
“Lo de la compra de la casa no saldrá en la Canal de las Estrellas o con López Dóriga o Loret de Mola, porque cuando les conviene gritan como pregoneros, cuando no callan como momias y eso se debe, porque Televisa ayudó a imponer a Peña Nieto. Hay hasta una película que se llama “La Dictadura Perfecta”, que se exhibe ahora en los cines, de cómo Televisa impuso a Peña Nieto”.
14 de noviembre de 2014. Dos día antes, dio lectura una carta que dirigió al entonces procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, para denunciar a “la mafia del poder”, que según él era la causa del saqueo y el empobrecimiento del país. En el punto número 4 de dicho documento, aseguraba que la presidencia de Peña Nieto es producto de una imposición e incluyó en su argumentación la película “La Dictadura Perfecta” como “evidencia” de sus dichos.
“Es de dominio público que a Peña lo fabricaron los medios de comunicación y fue tan notoria esta maniobra que hace poco se exhibió una película, La Dictadura Perfecta, que aborda el tema de cómo los dueños de Televisa impusieron al presidente”, indicó.
Es así que, como tantos otros personajes públicos, Luis Estrada ha caído de la gracia de López Obrador por el simple hecho de haber tocado a su gobierno con el pétalo de una crítica. Ya no es más un director de primera sino “progre buena ondita” y sus filmes, de referentes han pasado a ser “churros”. Eso sí, tanto el mandatario como sus defensores le han hecho una gran promoción a “¡Viva México!” y algunos de los participantes en la cinta como el actor Joaquín Cossío, lo ha agradecido.