sábado, noviembre 2, 2024

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EL Vocho

Por Enrique Ceron Espinosa

El 8 de julio de 2003, me levante temprano y me dispuse viajar a Merida para hacer unas diligencias con mi familia, es costumbre de mi esposa leer el diario mientras viajamos, ese día no fue la excepción, mientras conducía, volteo a ver la página central del periódico y leo, VOLSWAGUEN ULTIMA EDICIÓN, y me llamo la tensión, le pido a mi esposa que leyera el artículo, en el decía que se acabaría de producir los VOLSWAGUEN sedan, yo en ese momento tenia uno color vino edición especial modelo 2000 y otro amarillo que manejaba mi esposa modelo 1981 pero está cuidado, ese año había tenido varios gastos fuertes y había adquirido una deuda con mi papá, pero tenía fecha para devolverle el dinero, recuerdo que le comenté a esposa que si quería que compráramos uno, a lo que ella se negó, me dijo que en vez de comprar el auto, yo le devolviera el dinero a mi papá, mi cerebro trabajo a mil por hora en ese momento, al llegar a Merida fui por mi cheque que nos dan adelantado a los Maestros federales, recuerdo que me quite del estadio Salvador Alvarado donde cobre y fui a la agencia de la VOLSWAGUEN de Itzimná, entre y pregunté por el anuncio del periódico, me dieron la información que solo se ensamblarían 3000 autos y que sólo venían en dos colores, regrese al auto y le pregunté a mi esposa que color quería, a regañadientes me dijo que el azul, firme mi cheque y reservé mi auto ultima edición.

Al tercer día me habla el agente y me dijo que ya estaba mi auto en la agencia, sólo que tenía un problema, no tenía ningún peso más para pagar el coche, se me ocurrió una idea en ese momento, le dije que quería bajar de la agencia el último vocho que se vendiera y así fue, mientras tanto tuve tiempo de vender los dos vochos que tenía, esperar que me volvieran a pagar para juntar el saldo y así fue, cuando me pagaron el 29 de agosto de ese año fui por fin por mi vochito, ese día cayó un torrencial aguacero como el que cayó hoy en OXKUTZCAB.

Hoy cumple 20 años mi fiel compañero de mil batallas, le han salido muchos compradores, pero nunca será vendido, le he pedido a mi hijo menor que el día que yo fallezca él maneje el auto hasta mi última morada, espero que para ese día falte mucho.

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