Por Temoris Greco
La señora ultraderechista Beatriz Pagés está tratando de intoxicar el debate público importando a México el lenguaje de difamación y extrema intolerancia de Vladimir Putin y de Benjamin Netanyahu.
Personas de una gran diversidad política e intelectual señalamos que ella “y su equipo editorial cruzaron una línea inadmisible en los tiempos que vivimos. La portada no solo es deshonesta y ofensiva contra Claudia Sheinbaum, sino con las verdaderas víctimas del fascismo», y le exigimos una disculpa.
Retiró la portada difamadora pero no se disculpó: la reemplazó con un textito en el que afirma que el problema está en los demás, incapaces de comprender su muy razonable alerta de que estamos a las puertas del nazismo 
Y asegura que no quiso afectar a la comunidad judía, que la respeta mucho… aunque deformó el perfil de Sheinbaum para recurrir a la más típica caricaturización racista de los judíos, la exageración del tamaño de la nariz.
Otra muestra del bajo, vulgar y peligroso pages-alazrakismo.
