Desde el 2010 he escrito del tema creo año con año, a tiempo que me he preguntado la razón por la que la exposición de altares de la celebración del Janal Pixán (hanal pixán) dura sólo unas horas, sobre todo luego de tanto esfuerzo que conlleva el que vengan habitantes de comunidades lejanas para manufacturarlos, y por qué esta antigua tradición nunca se ha capitalizado para atraer turismo y generar otros valores entendidos como hospedaje, alimentación, venta de artesanías e infinidad de beneficios.
Hay cámaras empresariales que podrían jugar un papel importante con el tema como por ejemplo la hotelera, la restaurantera o las agencias de viajes, quienes podrían poner en la mesa de análisis el tema, y forjar alianzas con los 3 órdenes de gobierno.
Imagínense que en lugar que los altares estén un rato solo para que el gobernador en turno pase a verlos y luego desarmarlos como se ha hecho siempre, permanezcan 3 días. ¿Acaso no sería fenomenal que se instalen el viernes y subsistan el sábado y domingo? Imagínese el espectáculo de disfrutar de los altares con veladoras encendidas las tres noches aderezados con flores, pibes y diversos aromas que expide el copal, el sándalo o la mirra. Podría ser un festival que de la vuelta al mundo.
Luego de tantos años de intentar ir a ver los altares, hasta ahora fortuitamente lo logré en todo su esplendor, pues como cité, los desarman en un ·santiamén” y casi siempre llego al “xix”. Me llama de atención de sobre manera que haya habido tan poca participación, ya que solo hubieron 51 altares (a menos que se me haya escapado alguno), sobre todo, si consideramos que de esos, solo 20 municipios asistieron de los 106 que conformamos el estado, y que fueron el de Sudzal, Cansahcab, Cacalchén, Chumayel, Mérida, Dzidzantún, Espita, Hoctún, Ixil, Izamal, Kinchil, Panabá, Sotuta, Tekantó, Temozón, Ticul, Tizimín, Umán, Xocchel y uno que no tenía nombre. Lo otros 31 fueron de dependencias municipales, estatales y federales, por lo que llegaría a la sencilla conclusión que alguien no está haciendo bien el trabajo de sensibilizar a los ediles de cada uno de los 106 municipios o no se tiene en el radar el asunto. De los que he logrado ver, sin duda ha sido el de más pobre participación.
Por su parte, si la actual alcaldesa de Mérida y su equipo se lo propusieran, el año que viene podría invitar a sus comisarías y subcomisarías que son 47, y hacerlo de manera monumental. De hecho, incluso, se podría hacer un concurso y que se les otorgue algún premio del que seguro no faltarán patrocinadores.
Importante sería que la Secretaría de Turismo debería aprovechar este evento para promover los atractivos de los municipios, y estos, podrían llevar incluso volantes y publicidad en alusión a lo que tienen, pues cada uno tiene sin duda algo que mostrarle al mundo, y no se si el actual secretario los conozca o al menos sepa que cual es el potencial de cada uno, y puede contar cualquier orden de gobierno con la Asociación de Cronistas e Historiadores del estado de Yucatán en caso que requieran información de cualquier municipio.
Por cierto, no vi el altar de la Secretaría de Turismo, si alguien tiene la foto o el área donde estaba le agradecería mucho nos la comparta, ya que recorrí toda la plaza grande pero nunca lo encontré, tal vez porque había mucha gente ya que casualmente fui a la misma hora que asistió el gobernador.
Esta sugerencia la he hecho exactamente por 3 lustros y hasta ahora no ha habido algún gobernador a alcalde (de sexo indistinto) que lo considere. Ojalá y nos sorprendan el año que viene.
Les comparto las fotos de los 51 altares que se instalaron y ya dirás cual te gustó más, pues para gustos se hicieron colores y sabores. Por mi parte, felicidades a todos por este bonito esfuerzo y obsequio que nos dieron.
P.D. Me comentaron que el sábado pusieron un altar en el conocido «remate» del paseo de montejo, pero que parecía más bien un altar del centro de México. Si alguien tuviera una foto para compartirla mucho se lo agradecería.



