Las clases presenciales en escuelas de todos los niveles educativos se rei-niciaron en el estado de México, de forma voluntaria, este lunes. Ocho mil de los 20 mil planteles públicos de la entidad, que se encuentra en semáforo verde, abrieron para recibir estudiantes, aunque la asistencia a las aulas fue mínima por temor a contagios de Covid-19, que de marzo de 2020 a la fecha ha afectado en la entidad a 274 mil 725 personas y ha provocado 37 mil 136 muertes, según la Federación.
En recorridos, las corresponsalías de La Jornada en territorio mexiquense observaron que en las instituciones educativas que operaron presencialmente acudieron entre 10 y 15 por ciento de las matrículas, pues la mayoría de las comunidades escolares –que integran alumnos, padres, directivos y docentes– optaron por seguir bajo el esquema de enseñanza a distancia.
Hubo planteles a los cuales sólo asistió un alumno por salón. Autoridades del sistema educativo dijeron esperar un regreso paulatino de los discípulos, y declararon que el retorno es completamente seguro.
La semana pasada, la Secretaría de Educación mexiquense emitió un protocolo para el retorno seguro a las aulas, que detalla los pasos a seguir para la apertura de escuelas.
Ningún plantel podrá retomar labores presenciales si no cuenta con el aval de los comités de salud y de protección civil de cada escuela, que conforman directivos, profesores y padres de familia.
Robos y destrozos, tras cierre de 15 meses
Los comités de protección civil realizan revisiones físicas de los colegios para determinar si están en condiciones de recibir educandos. Tras 15 meses de permanecer cerrados, cientos de planteles públicos sufrieron robos o destrozos de material y equipo, que empresas aseguradoras ya restablecieron.
A su vez, los comités de salud determinan si hay condiciones sanitarias para volver a clases en aulas.
Ven retorno “improvisado”
Algunos padres de familia y docentes consideraron que el regreso a estudios presenciales, a tres semanas de terminar los cursos, “es algo improvisado” e incluso “inútil”.
El secretario de Educación estatal, Gerardo Monroy, dijo que la vuelta a las instalaciones tiene la intención de hacer un diagnóstico académico de los alumnos, para ver qué aspectos o asignaturas se deben reforzar, pues durante las primeras seis semanas del ciclo escolar siguiente se implementarán programas de regularización.
También se busca contribuir al aspecto socioemocional de los estudiantes, dado que durante más de 15 meses no convivieron con sus compañeros, lo que es fundamental para su desarrollo.
Monroy destacó que se tomaron las medidas para reducir al mínimo el riesgo de trasmisiones de coronavirus, y si llega a ocurrir algún contagio en una escuela, ésta deberá cerrar de inmediato, y se dará seguimiento a alumnos y docentes con la Secretaría de Salud mexiquense.
“Hace dos meses, con semáforo naranja, abrimos escuelas de nivel medio superior y superior para prácticas en talleres y laboratorios. Al principio iban muy pocos alumnos, pero ahora ya son más de 48 mil estudiantes de 280 planteles en 86 municipios los que asisten a diario, con todos los cuidados, y a la fecha no hemos tenido ni un solo contagio”, aseguró.
Autoridades educativas y sindicatos magisteriales acordaron que para el regreso a clases, cada alumno lleve a la escuela una carta de corresponsabilidad firmada por sus padres, en la cual autoricen que el educando retome las clases presenciales, y se deslinde al plantel y a sus directivos de toda culpa en caso de trasmisión.
En el turno matutino del prescolar, anexo a la escuela Margarita Maza de Juárez, ubicada en la colonia Benito Juárez Tercera Sección, del municipio de Ecatepec, sólo uno de los 178 alumnos regresó a su aula. En la primaria Henry Ford de Atlacomulco, también acudió uno de los 220 educandos.
En instituciones más grandes, como la primaria Gustavo Díaz Ordaz de Toluca, fueron menos de 70 de los mil 80 estudiantes matriculados, y se presentaron 48 de los casi mil inscritos en la primaria Vicente Villada de la capital mexiquense. Similar baja asistencia se documentó en escuelas públicas de Huixquilucan, Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli, Cuautitlán y Tultitlán.
Padres de alumnos y profesores determinaron no regresar a clases presenciales en otros planteles, como en la Secundaria 225, del fraccionamiento Héroes de Tecámac, con el argumento de que no había condiciones para evitar contagios de SARS-CoV-2.
En algunas primarias públicas el regreso sólo lo hicieron padres, quienes apoyaron en las labores de limpieza y desinfección de aulas y espacios de uso común. En el nivel medio superior, muchas escuelas sólo realizaron juntas para informar las medidas preventivas a observarse.
Estas disposiciones varían de un plantel a otro. En algunos, los discípulos deben llevar su propio gel para manos, desinfectante en rociador para limpiar mesabancos, bolsas para guardar su basura y no compartir alimentos ni bebidas.
La Jornada