El presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó una tarascada contra el payaso Brozo, de quien dijo que está desesperado y que es hasta burdo en mentiras al plantear las próximas elecciones como una disyuntiva entre democracia y dictadura. El cómico le respondió que si esto no fuera cierto ni siquiera le hubiera puesto atención, y que el poder y la soberbia han cambiado al tabasqueño.
El pasado viernes, en el programa de Latinus #Tenebrozo, el payaso lanzó una arenga de carácter electoral en la que el planteamiento principal fue el siguiente: “En este momento del país, en este momento, en este 2024 no se vale andar de culeritos, mis niños. Aquí nada más hay de dos sopas: o se vota por la dictadura o se vota por la democracia”.
Y remató: “Que se sepa duro, fuerte, que se sepa lejos, que los ciudadanos que quieren un México libre y democrático ya decidieron su voto y que desde ya están organizándose para volcarse masiva, pacifica, voluntariamente sobre las urnas en todo el país, así de claro, así de simple”.
Ese discurso indignó al presidente, quien, en su conferencia de prensa de este lunes, mientras era preguntado por pensiones, salarios y jornadas de trabajo, lanzó su acostumbrada filípica contra comunicadores, en este caso centrado en Brozo.
El presidente atacó a Brozo con una frase del crítico ruso Belinsky, que ya en octubre de 2022 le había endilgado a otra de sus excomunicadoras favoritas, Carmen Aristegui: “No cabe duda que, cuando un hombre se entrega por entero a la mentira, pierde hasta la imaginación y el talento”.
Lo remató: “Esto aplica: antes Brozo era más fino, más sensible, aun con su estilo, inteligente; pero ahora no sé qué les está pasando: están muy enojados, desesperados, porque son muy burdos”.
Y se refirió al mensaje de Brozo el pasado viernes: “Hay un mensaje en donde dicen que no hay otra opción (el presidente no se ocupó en decir quiénes, además de Brozo, son ese plural). Pero, además, creo que es mucha la desesperación; quién sabe qué están viendo, qué están sintiendo. Pero dicen: ‘Hay dos opciones nada más: o democracia o dictadura’. O sea, nosotros somos la dictadura”.
El mandatario envió un mensaje al cómico: “Nada más le digo a Brozo que, si yo fuese un dictador, pues él no estaría diciendo esas cosas. Nosotros no perseguimos a nadie”.
Y, tras preguntarse que quién sabe qué entienda Brozo por ese régimen político, el tabasqueño pasó a explicar su concepción (extremadamente rudimentaria, hay que decirlo) de la democracia, limitada sólo a que el pueblo elige al gobierno y que el gobierno atiende al pueblo, según él, sin mayor complejidad, como la que existe en el mundo moderno real.
Más adelante, ya en plan de perdonavidas, López Obrador mencionó: “Brozo, síguele; tú dale, síguele, y todos, sin límite de nada”.
(No está de más mencionar, en ese tenor, que en su conferencia de prensa el tabasqueño, quien, con su eslogan de “cuarta transformación”, ambiciona tener los tamaños de Hidalgo, Juárez y Madero, reprochó a Héctor Aguilar Camín y a Enrique Krauze no tener las dimensiones de los intelectuales porfiristas Justo Sierra y Francisco Bulnes).
Unos minutos después contestó Brozo, quien dijo que al presidente le encantó su discurso del viernes, porque de otra forma lo hubiera ignorado. Casi en los mismos términos de Belinsky, devolvió el golpe: eso lo hubiera festejado López Obrador en otro momento, pero el poder y la soberbia lo han cambiado.
Esta es la respuesta que Brozo publicó en su cuenta de X: “Oye primo hermano, ¿de veras, de veritas no nos quieres imponer a tu secta durante 70 años, igualito que lo hicieron tus mentores del PRI? Si no fuera cierto, ni habrías fumado mi burda, errática e insensible perorata. Yo sé que en el fondo te encantó, en otros tiempos la hubieras celebrado, pero el poder y la soberbia te arrebataron el espíritu y lo demócrata. Que tengas una semana chingona, dictador. Órale! @lopezobrador_ ”.
