Con la presencia de un nutrido grupo de invitados, el jefe de gobierno Martí Batres entre ellos, Lenia Batres fue investida como nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en una sesión solemne encabezada por la presidenta Norma Piña.
Piña le ayudó a colocarse la toga magisterial que por ley deben vestir los ministros y ministras de la SCJN, en tanto que la cuestionada ministra Yasmín Esquivel dio un mensaje de bienvenida.
“En este acto procederé a imponer a usted la toga magisterial que por decreto del Congreso de la Unión del 8 de abril de 1941 corresponde vestir a los ministros y a las ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al concurrir a las audiencias del Pleno y de las Salas, así como de los actos solemnes”, dijo la presidenta Piña.
“Reciba usted esta prenda representativa de la alta investidura que el Estado mexicano le ha conferido como integrante de este Tribunal constitucional”, agregó. En seguida se pidió a Batres pasar al frente, en donde Piña le ayudó a vestirse la toga y le entregó la credencial que le acredita como ministra.
Al respecto, la Barra Mexicana de Abogados, en comunicado de prensa, le exigió que, en el ejercicio de este cargo, deje atrás su ideología y trayectoria política.
Firmado por Víctor Olea Peláez, presidente de la Barra Mexicana y Colegio de Abogados, en el comunicado se le da la “bienvenida” a Batres, se le desea un “ejercicio exitoso” y hacen “votos para que en su desempeño como jueza constitucional honre la objetividad e imparcialidad, alejada de las preferencias políticas que durante su vida profesional ha respaldado”.
En tono severo, añade: “Nuestro Colegio espera que por encima de cualquier visión ideológica o personal, prevalezca siempre el espíritu republicano, el respeto a la división de Poderes, así como el ejercicio autónomo de tan elevada responsabilidad”.
