viernes, julio 26, 2024

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Cual es el cubrebocas mas eficaz para protegerte del COVID-19?

Los expertos en salud pública coinciden en que los cubrebocas, también denominadas barbijos o mascarillas, son una herramienta fundamental para reducir la propagación de la COVID-19, pero advierten que no todas las versiones de estos elementos de protección son igualmente efectivas

Ahora un equipo de investigadores de la Universidad de Duke, en Durham (Carolina del Norte, EU) desarrollaron y probado un nuevo dispositivo de medición óptica simple y económico para evaluar la eficacia de los cubrebocas en el cumplimiento de su función: reducir la transmisión de gotitas respiratorias durante el habla regular, los estornudos o la tos.

Este sistema puede ser fabricado y operado por personas no expertas, lo que permite una evaluación rápida del rendimiento de la mascarilla, de las cuales hay una gran variedad y cuyo uso reduce la probabilidad de que una persona infectada propague la enfermedad, aunque muchos de los diseños de estas prendas no han sido probados en la práctica, aseguran.

En los ensayos de este dispositivo de medición, que emplea tecnología láser, se compararon distintos cubrebocas disponibles habitualmente y se observó que algunos modelo ofrecen un rendimiento que se acerca al de las mascarillas quirúrgicas estándar, mientras que algunas versiones de mascarillas alternativas o caseras ofrecen muy poca protección.

PROYECTO NACIDO DE LA NECESIDAD

El médico de Duke, Eric Westman, fue uno de los primeros defensores del enmascaramiento como medio para reducir la propagación del coronavirus y trabajó con una organización sin fines de lucro de Durham en la iniciativa ‘Cover Durham’, para entregar mascarillas gratuitas a las poblaciones en riesgo y desatendidas”, explica Sarah Avery, directora de la oficina de noticias médicas de la universidad .

Señala que Westman necesitaba saber si las afirmaciones de los proveedores sobre la capacidad de las mascarillas de bloquear el virus eran verdaderas, para asegurarse de que no proporcionaba mascarillas ineficaces que daban una falsa seguridad a sus usuarios, así que se dirigió al Departamento de Física de Duke, preguntando si alguien podría probar los cubrebocas.

El doctor Martin Fischer, químico y físico de esa universidad aceptó el reto y adaptó para estas mediciones un aparato de laboratorio común y relativamente económico que se puede comprar fácilmente ‘en línea’, reconfigurándolo en una estructura básica compuesta por una caja, un dispositivo láser, una lente óptica y la cámara de un teléfono celular.

Las piezas de este aparato de prueba son accesibles y fáciles de montar”, según sus creadores.

Explican que este dispositivo funciona del siguiente modo: un operador utiliza una mascarilla facial y habla en dirección a un rayo láser expandido dentro de un recinto (caja) oscuro

Las gotitas que expele al hablar se propagan a través de la luz láser dispersa, haciéndose visibles, lo cual se registra mediante la cámara de un ‘smartphone‘. 

A continuación, las gotitas grabadas en el video, son contadas mediante un algoritmo informático simple. 

Los componentes de este aparato están disponibles en cientos de laboratorios de investigación o se pueden comprar por menos de 200 dólares, y una cámara de teléfono celular estándar puede servir como dispositivo de grabación, según Duke  .

LAS QUE MEJOR FUNCIONAN

En sus ensayos Fischer y Westman confirmaron que esta técnica simple y de bajo costo proporciona una prueba visual de la efectividad de los cubrebocas para reducir las emisiones de pequeñas gotas durante su uso normal.

También “confirmamos que cuando la gente habla, expulsa esas  gotitas, por lo que la enfermedad se puede transmitir al hablar, sin toser ni estornudar”, afirma el doctor Fischer.

Asimismo «pudimos ver que algunas cubiertas faciales funcionaron mucho mejor que otros en el bloqueo de partículas expulsadas«, apunta.

Los investigadores de Duke informan que con esta tecnología han comprobado que los mejores cubrebocas “son las mascarillas N95, sin válvulas, es decir las cubiertas faciales de grado hospitalario que utilizan los trabajadores de atención médica de primera línea”. 

Además comprobaron que las máscaras quirúrgicas o de polipropileno también funcionan bien para bloquear las emisiones humanas de gotitas respiratorias.

Por su parte, los cubrebocas de algodón hechas a mano “proporcionaron una buena cobertura, eliminando una cantidad sustancial del aerosol, es decir, las partículas diminutas suspendidas en el aire,  producido durante el habla normal”, según Duke.

Sin embargo, los pañuelos para la cabeza (bandanas) y los vellones para el cuello (‘neck fleeces’), así como los pasamontañas, no bloquearon mucho las gotitas expelidas al hablar, según estos investigadores.

Además comprobaron que las máscaras quirúrgicas o de polipropileno también funcionan bien para bloquear las emisiones humanas de gotitas respiratorias.

Por su parte, los cubrebocas de algodón hechas a mano “proporcionaron una buena cobertura, eliminando una cantidad sustancial del aerosol, es decir, las partículas diminutas suspendidas en el aire,  producido durante el habla normal”, según Duke.

Sin embargo, los pañuelos para la cabeza (bandanas) y los vellones para el cuello (‘neck fleeces’), así como los pasamontañas, no bloquearon mucho las gotitas expelidas al hablar, según estos investigadores.

Usar un cubrebocas es una manera simple y fácil de reducir la propagación de la COVID-19 al detener las gotitas respiratorias antes de que lleguen a otra persona, pero es importante que las empresas que las suministran al público y los empleados tengan buena información sobre los productos que ofrecen para garantizar la mejor protección posible”, recalca Westman.

+ Investigadores de la Universidad de Duke desarrollaron un aparato óptico sencillo y económico que permite medir la capacidad de un cubrebocas de bloquear las gotitas respiratorias que contagian la COVID-19, al hacerlas visibles mediante luz láser y contabilizarlas mediante un algoritmo informático.

 Durante los ensayos de este nuevo dispositivo, se confirmó que cuando la gente habla, expulsa gotitas, por lo que la enfermedad del coronavirus se puede transmitir al hablar, sin toser ni estornudar, según el médico Eric Westman y el físico y químico Martin Fischer, coautores de esta investigación.

 Los expertos comprobaron con este método que las mejores cubiertas faciales son las mascarillas N95, sin válvulas, de grado hospitalario, que utilizan los trabajadores de atención médica, y que las mascarillas quirúrgicas o de polipropileno también funcionan bien para bloquear las emisiones de gotitas.

Por Omar Goncebat EFE/Reportajes

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