Con el argumento de “reducir largas filas y papeleo innecesario”, la diputada local Itzel Falla Uribe planteó este jueves ante el Congreso del Estado una medida que ignora la relevancia existente y potencial de las licencias de conducir dentro del sistema de seguridad vial.
A diferencia de documentos vitalicios como el acta de nacimiento o el CURP, las licencias para conducir deben someterse a renovaciones periódicas debido a que las capacidades físicas de los conductores, así como las normativas y tecnologías de seguridad van cambiando con el paso de los años. Por otro lado, la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial (LGMSV) establece que las licencias no tengan una vigencia mayor a cinco años.

Cabe recordar que, desde hace varios años, el Gobierno del Estado de Yucatán suele emitir decretos en los que se exime parcial o totalmente el pago del derecho de expedición de licencias y permisos para conducir vehículos a personas con vulnerabilidad económica, siendo el último el Decreto 43/2024, por lo que el argumento de apostar por las licencias permanentes para “apoyar económicamente a las familias” no aplica para el caso de Yucatán.
ALGUNAS PROPUESTAS ALTERNATIVAS
Si tanto incomoda el papeleo burocrático, puede optarse por la eliminación de las licencias de 2 y 3 años de vigencia y dejar únicamente las licencias de 5 años de vigencia, de conformidad a las disposiciones de la LGMSV.
En virtud de las múltiples reformas a las que se ha sometido la Ley de Tránsito y Vialidad del Estado, así como la expedición de nuevas normativas federales en materia de dispositivos de control de tránsito que son desconocidas por la mayoría de la población, se considera pertinente que cada 10 años las personas conductoras de vehículos motorizados se sometan a un examen teórico para actualizar sus conocimientos de dichas normas.
Asimismo, se deben replantear los permisos de conducir para menores de edad, apostando por un sistema “Licencias de Conducir Graduadas”, en la que se otorguen a nuevos conductores determinados privilegios de conducción de manera escalonada o gradual, mediante etapas que pueden definirse en función de la edad, los años de experiencia conduciendo y/o del historial de infracciones de tránsito de cada conductor.
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En un artículo publicado en Animal Político, Sergio Andrade-Ochoa explica con mayor detalle las razones por las que no deben emitirse licencias permanentes y comparte algunas buenas prácticas de otros países respecto al otorgamiento y renovación de licencias para conducir, el cual puede consultarse en el siguiente link:
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