Los problemas para los medios de comunicación mexicanos no cesan a la mitad del actual sexenio. Recortes de personal y sueldos continúan, así como el cierre de ediciones y los reacomodos tanto de empleados como de colaboradores.
El pasado 25 de octubre nos sorprendimos con un mensaje en la red social Twitter en el que se denunciaba la falta de pago a los trabajadores de El Financiero; la sorpresa se debió a que dicho mensaje se difundió desde la cuenta oficial del diario especializado en negocios y finanzas, uno de los señalados en la mañanera por algunos de sus colaboradores y críticas al presidente.
El mensaje fue borrado poco tiempo después de aparecer en la red, pero quedó como constancia la captura de pantalla del mismo.
Asimismo, en el medio periodístico trascendió que en El Universal también se dio un recorte de sueldos que incluyó a columnistas.
La cuenta de Twitter @MediosTerror ha estado dando a conocer distintas irregularidades que se han presentado en el ámbito laboral de los medios de comunicación, en especial los recortes de sueldos y demás prácticas –como la recontratación con menos salario, la falta de pago de horas extra o el registro con otro sueldo ante el IMSS— lo cual es una muestra de los problemas por los que está pasando este sector.
En la colaboración anterior revisamos el cierre de la edición impresa de El Sol de Acapulco, con los consiguientes despidos y la explicación del medio acerca del impacto negativo que tuvo la reducción de la publicidad oficial en este tema.
Es en este contexto que se presenta la falta de cumplimiento de la implementación de una nueva legislación en la materia.
Como apuntó Javier Esteinou en su colaboración en Siempre, luego de la declaración del presidente del pasado 4 de agosto, “asombrosamente se canceló tajantemente la obligación estatal de elaborar un nuevo marco jurídico que regulará estrictamente la operación de la publicidad gubernamental durante la gestión de la Cuarta Transformación de la historia de México y se permitió la continuidad de diversos vicios que encerraba la antigua ‘Ley Chayote’ que mucho dañó al clima democrático del país”.
El panorama antes descrito contrasta con lo bien que le ha ido a youtuberos y portales de reciente creación que se han especializado en coberturas favorables para la 4T, pues como se ha informado en prensa, dando dos ejemplos de esto, tan sólo Carlos Pozos, también conocido como Lord Molécula, ha cobrado más de 46 mil pesos por dos cintillos a la Cámara de Diputados, en tanto que a la de Senadores por tres banners cobró más de 34 mil pesos.
Asimismo, Nancy Rodríguez del portal Oro Sólido ha cobrado casi un millón de pesos por contratos con el IMSS y las cámaras de Diputados y de Senadores.
También sorprende que se mantengan con público y con ingresos otros canales en YouTube que han sido señalados –y con pruebas— de mentir abiertamente con tal de favorecer al lopezobradorismo, como es el caso de la youtubera que afirmó que la decoración en el Empire State de Nueva York, que coincidió con el viaje del presidente a la ONU, era un reconocimiento al mandatario, cuando en realidad fue por el inicio de la temporada navideña.
Así, mientras unos medios sufren y están al borde del cierre, otros son premiados y hasta se dan el lujo de realizar una propaganda descarada. En tanto los reporteros, editores, diseñadores, fotógrafos y el resto del personal de los medios viven a fuego cruzado en esta guerra.
Armando Reyes Vigueras
armando.reyesvigueras@gmail.com
Periodista
