Por
Gustavo Muñoz Pallás
Entre los personajes que crearon y fomentaron cultura literaria en Yucatán, en las últimas décadas del siglo pasado,
se encuentra Leopoldo Creoglio Burgos, quien me honró con su amistad y sus enseñanzas. Fue maestro mío y de otros
jovenes de aquel entonces. Hicimos equipo para emprender y consolidar proyectos en la radio, televisión y prensa.
De trato fino y elegante, de hablar mesurado y risa fácil, Leopoldo Creoglio, «Polo» para sus amigos, fue amante de la buena literatura y de la canciones de Joan Manuel Serrat.
Después de un breve paso por la administración municipal de Mérida, 1976-1978, Leopoldo Creoglio fue nombrado por el
gobernador Francisco Luna Kan, 1976-1982, director del Diario del Sureste, donde optimizó los recursos disponibles para emprender la edición de libros producidos por talentos locales. En ese entonces creó el Suplemento Cultural «El Buho», donde se dió cabida a la poesía, pintura y literatura local, nacional e internacional. Hoy, esos ejemplares de «El Buho», son material de consulta por parte de los jóvenes que acuden a la hemeroteca.
«Polo» también modernizó al Diario del Sureste al cambiar el antiguo proceso de fundición en linotipos y rotativa,
por el nuevo sistema de impresión «Offset». Aquello fue un cambio radical. Casi al mismo tiempo, en 1979, se convirtió
en mi productor ejecutivo para fundar un noticiero diario, de 8 a 9 de la noche, en el canal 13 de la TV local, con cámaras en blanco y negro. Las información en ese noticiario que inauguró el gobernador Luna Kan, era prácticamente
la misma que el Diario del Sureste publicaba a la mañana siguiente. Jorge Arturo García Moguel «George», parte de la banda y amigo entrañable de ambos, era el coordinador de producción de ese noticiero que tuvo por nombre «ENTRE NOSOTROS», nombre muy apropiado pues lo
hacíamos con y para la gente de Yucatán. Fuimos los primeros en innovar pues la primera nota al aire, vía telefónica, desde la redacción del diario, la hizo Jazmín Rodríguez Galaz, entonces dinámica reportera.
Después de dirigir el noticiario radiofónico matutino de Radio Solidaridad 92.9 F.M., durante la administración de la gobernadora Dulce Ma. Sauri Riancho, «Polo» Creoglio fue contratado para echar a andar el diario «POR ESTO» en Quintana Roo, en el año 1994. Hoy, dicho rotativo fundado por mi amigo es el más influyente del vecino estado.
Leopoldo Creoglio también hizo una novela: «PALMIRA, Jardín Líquido de Estrellas», una extraordinaria ficción conformada por 8 relatos contados por un narrador. Las ilustraciones del libro son obra del pintor español Inocencio Burgos, maestro de la técnica «LINEA CONTÍNUA». En dos de las fotos que acompañan estos comentarios, estoy sentado junto a Inocencio Burgos durante una conferencia ofrecida por «Polo» para presentar parte de la obra del pintor que visitó Mérida en varias ocasiones.
Conservo el ejemplar que me hizo llegar a través de Carlos Villanueva Castillo, amigo mutuo, quien me lo entregó en Octubre del año 2000. «Polo» falleció repentinamente en su domicilio de Mérida, en compañía de su mujer Geny Cervera,
cuando se disponía a salir con el amigo «Charro» Fernández, al mediodía del 10 de febrero del año 2000. Yo estaba en Tabasco.
Leopoldo Creoglio Burgos, nació en Progreso, Yucatán, el 7 de enero de 1948. Fue alumno del Colegio de San Ildefonso, por el rumbo de Itzimná. Con él, Yucatán perdió a un sacerdote y ganó a un hombre amante de la cultura y las letras.