Santo Cristo del pueblo de Sitilpech. Dichosa la tierra de Sitilpech y Citilcum que tienen estas prendas de la fe!

Este 14 de septiembre, un día muy especial para los devotos del Santo Cristo del pueblo de Sitilpech, y en Tekal de Venegas somos muchos los que, dignamente, nos contamos entre sus devotos.
Por José Iván Borges Castillo
Hace muchos años, exactamente unos diez le dije que algún día ÉL debería venir a Tekal de Venegas, y claro si así convenia a la voluntad divina. Tras varios años de frustración de planes, ÉL allano el camino y todas las dificultades que se presentaron para lograr el objetivo. El entusiasmo cundió en la comunidad Tekaleña, las legionarias de María, el grupo de liturgia, el coro de Santa María de Guadalupe, nuestro párroco, los hermanos custodios de Sitilpech e Izamal, todos se sumaron. Fueron meses de preparación, de entusiasmo, cuando de plano estoy con el ánimo en los suelos recordar este evento me hace recordar que Dios siempre obra sobre todo su pueblo, solo hay que tratar de ser dóciles y sencillos en lo que ÉL nos pide.
Muchos fueron las piedras y trabas que se pusieron, pero todas esas piedras nos sirvieron para levantar un monumento al Santo Cristo de la Exaltación, monumento humano en aquel recibimiento. Muchas, infinitas fueron las manos que ayudaron.
Recuerdo aquel memorable 29 de enero del 2023, con notable sentimiento, a golpe de instantes, como si lo estuviera viviendo de nuevo.
Muchas fueron las bendiciones que nos dejó a su paso, muchos fueron los sentimientos que se experimentó, sin duda mucha debió ser el ensanchamiento de la fe en Tekal, y las comunidades que nos acompañaron.
Mirar en aquellos especiales días el altar de la iglesia de mi pueblo con el Santo Cristo de Sitilpech y mirar a mi Reina la Virgencita de Candelaria, fue un privilegio que el tiempo reservo para nosotros los que estamos aquí en este tiempo. Muchos quisieron ver, seguramente, o se lo imaginaron, pero solo a nosotros nos tocó mirar ese especial evento.
Mañana es 14 de septiembre, mañana saldrá de su santuario el milagroso Cristo, y la plegaría es la misma, que derrame su bendición sobre todos y que permanezca siempre con nosotros.
¡Dichosa la tierra de Sitilpech y Citilcum que tienen estas prendas de la fe!