Argumentando que él estaba muy lejos y no puede estar en cada cosa que pasa en el Instituto Nacional de Migración, el director, Francisco Garduño, dijo que luego de la tragedia migrante en Ciudad Juárez duerme tranquilo, porque según él, no tuvo ninguna culpa ni hubiera podido llegar a tiempo a hacer algo.
Y, al igual que el presidente Andrés Manuel López Obrador, culpó a los fallecidos de su propia tragedia y a empleados de bajo nivel del instituto: “dos venezolanos provocaron con dolo el incendio y empleados del INM irresponsablemente no localizaron la llave”.
En declaraciones a la prensa Garduño dijo que él se encontraba a “mil 800 kilómetros de distancia del suceso, no podía llegar en tres minutos” a hacer algo, dijo con ironía.
Agregó que aunque como director es responsable, no se puede hace cargo directamente de todas las tareas, y que para eso hay una estructura de empleados.
“Yo no podría estar atendiendo todos y cada uno de los 600 inmuebles que tiene el Instituto Nacional de Migración, no podría yo estar atendiendo, personalmente, cuestiones de si en el archivo pusieron mal una caja, para eso hay servidores públicos”, dijo.
Así, Garduño evadió descaradamente el tema de fondo: que si los migrantes estaban bajo llave es porque él, como director, estableció un ilegal sistema de tipo carcelario, en lugar de cumplir con la obligación de tener albergues a disposición de la población en tránsito.
El hecho de que en las llamadas estancias migratorias hubiera rejas para tener encerrados a los migrantes capturados por los agentes del INM, que se les trasladara esposados y se les tuviera sin suficientes alimentos, agua, cobijas o medios de comunicación fue resultado del sistema que Garduño implementó.
Así, sale sobrando si estaba lejos o cerca, si hubiera llegado a abrir la puerta o no, porque el punto central es que los migrantes nunca debieron estar bajo llave y lo estaban por órdenes suyas.
Quejumbroso, comentó que hay personas que ya lo condenaron, a pesar de que apenas se le vinculó a proceso y existe la presunción de inocencia.
“El juez fue el que ordenó que no me podían ellos revocar el cargo, ¿por qué?, porque hay presunción de inocencia, pero algunas gentes ya me acusaron, me procesaron, me condenaron, sé que esas son las circunstancias y lo más doloroso y la misión que me encargó el presidente de la República es atender a los heridos”.