Lo que por la mañana creyó gripe resultó ser infección de coronavirus: el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que padece Covid-19, por lo que estará en aislamiento. En su conferencia de prensa hizo recomendaciones sanitarias que no obedeció.
Por medio de su cuenta de Twitter, López Obrador dio a conocer la tarde de este lunes que ha vuelto a resultar contagiado por el Sars-CoV-2, por lo que, ahora sí, se aislará y se comunicará virtualmente.
“Informo a ustedes que estoy contagiado de #COVID19 y aunque los síntomas son leves, permaneceré en aislamiento y solo realizaré trabajo de oficina y me comunicaré de manera virtual hasta salir adelante”, escribió el mandatario.
Apenas por la mañana, en una presentación pública que duró cerca de dos horas, en la que se presentó sin cubrebocas frente a los periodistas, uno de estos le dijo que le escuchaba ronco, a lo que dijo que así había amanecido. Y añadió: “Me voy a hacer la prueba más tarde, pero yo creo que es gripe”.
Sin realizarse ninguna prueba, sin consultar al médico, sin usar cubrebocas y, por lo que puede deducirse, ya con síntomas, López Obrador se presentó a sus dos reuniones de la mañana: la reunión del gabinete de seguridad y la conferencia de prensa. Además, tuvo juntas con otros funcionarios.
En el encuentro con reporteros López Obrador habló de la situación de la Covid-19, y presentó algunas gráficas, y señaló: “Este es el incremento de casos; sí hay contagios crecientes, pero afortunadamente todavía no se refleja en hospitalizaciones y, lo más importante, en fallecimientos, o sea, que… Esto es fallecimientos, miren. No tiene, pues, la misma peligrosidad”.
Y el presidente leyó “recomendaciones” que en un “decálogo” presentó su amigo Pedro Miguel. Los primeros tres puntos son los siguientes:
“Uno. Si se vacunaron y enferman de algo que parece Covid, asuman que es Covid.
“Dos. Chéquense la oxigenación, y si ésta es normal, por arriba de 90, no presentan dificultades respiratorias, ni fiebre alta, eviten salir a hacerse una prueba de Covid.
“Tres. Tomen paracetamol, permanezcan en su casa, aíslense y eviten contagiar a otras personas, en la gran mayoría de las personas vacunadas la variante ómicron es un ‘covidcito’, o sea, que no tiene la potencia que tenía la variante delta”.
El presidente desobedeció claramente esos tres puntos, y aun más, del “decálogo” (en realidad, siete “recomendaciones”) que leyó y recomendó de Pedro Miguel (quien, por cierto, carece de cualquier autoridad médica).
Y después de lo anterior, en la conferencia de prensa y ya enfermo, López Obrador también dijo que analizaría que volvieran las conferencias vespertinas sobre salud. Y sobre sus adversarios en la pandemia, comentó: “Ellos apostaron a que se nos iba a desbordar el problema, que no íbamos a poder, y todos en coro deseándonos que nos fuese mal, sin olvidar que le iba mal al pueblo. Actuaron sin escrúpulos morales, pero allá ellos ¿no?”.
En su cuenta de Twitter, López Obrador anunció que Adán Augusto López, secretario de Gobernación, los sustituirá en las conferencias de prensa y en otros actos. Y terminó: “¡Ánimo, con el afecto de siempre!”.
Hace prácticamente un año, el 24 de enero de 2021, López Obrador anunció su infección por coronavirus. Entonces tuiteó: “Lamento informarles que estoy contagiado de COVID-19. Los síntomas son leves, pero ya estoy en tratamiento médico. Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos. Me representará la Dra. Olga Sánchez Cordero en las mañaneras para informar como lo hacemos todos los días”.
La infección de Covid-19 en López Obrador resulta extraña después de que las más altas autoridades sanitarias del país le diagnosticaran protección frente al coronavirus. Jorge Alcocer Varela, titular de la Secretaría de Salud, en abril de 2021, declaró: “Sí la tuvo (la Covid-19), y si no hubiera sido por su formación ya individual, su capacidad de respuesta inmunológica positiva, rápida y buena, que no fue gratuita, no la compró: se la regaló la población cuando los visitó. Durante no sé cuántas veces ha recorrido el país y ahí ha tenido contacto con la gente, con los alimentos, y reforzó su inmunidad, producto del desarrollo que le dieron sus padres. Eso es así de sencillo”.
Por su parte, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, al inicio de la epidemia en México, el 16 de marzo de 2020, declaró sobre los actos masivos del presidente López Obrador: “La fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio, en términos de una persona, un individuo que pudiera contagiar a otros. El presidente tiene la misma probabilidad de contagiar que tiene usted o que tengo yo, y usted también hace recorridos, giras y está en la sociedad. El presidente no es una fuerza de contagio”.
Si alguien toma en serio a Alcocer Varela y a López-Gatell, entonces los funcionarios, los periodistas y las personas que estuvieron hoy con López Obrador no deben tener ninguna preocupación.