Por Temoris Grecko
Ya vi que me reclamaron que no haya comentado nada sobre lo de Ayotzinapa en la mañanera de hoy. Que me acusaron de hacerme cómplice, de callar. Ese tipo de tonterías que dicen los que no saben ni a quién le hablan pero no logran pensar antes de opinar.gko
La verdad es que mi día hubiera sido más bonito- aunque con sismo- si hubiese terminado sin enterarme de lo que dijo AMLO. Pero ya me enteré, ni modo. Qué pena.
No sorprende. Ya está más que claro que el presidente, en este tema, volteó bandera. Puesto a escoger entre cumplir a plenitud su compromiso con las madres y los padres de los desaparecidos y proteger su alianza con el ejército, eligió a los generales.
Para regocijo de los aguilarcamines, los mauleones, los marines, los loretos, los dórigas, los ciros y los ricardoalemanes, que se congratulan porque dicen que López Obrador a final de cuentas les dio la razón.
Y para gran, gran pesar de quienes creímos que su corazón y su sentido de la justicia prevalecerían, que siendo un presidente tan poderoso a partir del apoyo popular, hallaría la forma de someter a los militares a la autoridad civil.
No se apresuren a decir que debimos votar por Anaya o Meade porque es una gran mentira. ¿Los perpetradores de los crímenes iban a buscar justicia para Ayotzinapa? ¿Iban a hacer algo a favor de México?
El voto de 2018 fue el correcto, en las circunstancias que había. No lo cambio. Y las valoraciones que debemos hacer sobre un gobierno son tan complejas como las soluciones que podemos imaginar sobre un país. No se basan en un solo asunto, sino en muchísimos. El saldo del gobierno de AMLO será de claroscuros, como inevitablemente tenía que ser, y sin duda menos brillante que lo que deseábamos. Pero en cualquier caso es mucho mejor que haber mantenido a esa mafia de chiquero.
Si este sexenio no termina con el mejor escenario posible, sigue estando lejos, lejísimos, del castigo que nos infligieron el PRI y el PAN. Los fallos de uno no redimen la sucia brutalidad de los otros.
AMLO es AMLO, ya lo conocemos y no hay nada que hacer. En su estrategia de comunicación política, lo que no está 100% alineado a favor está en contra, y ahora debe explicar en esos términos sus decisiones sobre el caso Ayotzinapa.
Sí sería deseable, ya en plan de modesta cartita a los reyes, que dejara de difamar a gente honorable, esforzada y honesta como la del Centro Pro y otros grupos defensores de derechos humanos. Si no va a ayudar, que no tizne.
Pero ese no es su estilo. Votamos por él como es y así nos lo vamos a quedar hasta que se vaya.
Y venga un cambio. Espero mucho más de Claudia. Y de Clara. Veremos.
