Según Jorge Alcocer Varela, titular de la Secretaría de Salud (SSa), afirmó que la población le regaló inmunidad a Andrés Manuel López Obrador durante sus recorridos, amén del desarrollo que le dieron sus padres y del cuidado a su hipertensión. Así lo afirmó el médico titulado hace medio siglo.
El lunes López Obrador había manifestado que no se aplicaría la vacuna porque estudios que se le realizaron “llegaron a la conclusión de que tengo suficientes anticuerpos y que no es indispensable por ahora que me vacune”.
Este martes, debido a la inquietud del periódico español El País y para tranquilizarlo, López Obrador cambió de opinión pese a las recomendaciones anteriores de sus médicos y dijo que se vacunará en unos 15 o 20 días.
Y el mandatario, que no ha querido poner el ejemplo en el uso del cubrebocas o el lavado de manos, agregó que se vacunaría “también para sí disipar dudas, sobre todo para que los que tuvieron Covid, como yo, no esperen tanto tiempo y dar ese ejemplo para que se protejan. Por eso me voy a vacunar, nada más que me dicen que puede ser en 15 o en 20 días. Va a coincidir cuando ya se termine de vacunar a todos los adultos mayores. Entonces voy yo”.
Cuestionado sobre los dichos de la noche del lunes emitidos por Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, quien recomendó vacunarse a todos los que han estados contagiados de Covid-19 excepto al presidente, López Obrador lanzó al ruedo a Alcocer Varela.
Durante la conferencia de prensa presidencial, el titular de la SSa, para justificar las posiciones del tabasqueño, aplicó una fórmula ya comprobada: alabar sus actividades políticas y ahorrarse consideraciones científicas. Así, el pueblo le regaló inmunidad a López Obrador durante sus visitas, según afirmó Alcocer Varela, quien en 2015 obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes.
“Sí la tuvo (la Covid-19), y si no hubiera sido por su formación ya individual, su capacidad de respuesta inmunológica positiva, rápida y buena, que no fue gratuita, no la compró: se la regaló la población cuando los visitó. Durante no sé cuántas veces ha recorrido el país y ahí ha tenido contacto con la gente, con los alimentos, y reforzó su inmunidad, producto del desarrollo que le dieron sus padres. Eso es así de sencillo”, afirmó el especialista.
Hasta ahora no se sabía que el contacto con personas durante recorridos políticos generara inmunidad contra la Covid-19. Si es así, cabría preguntarse si durante las actuales campañas electorales muchos candidatos la obtendrán contra el Sars-CoV-2.
Alcocer Varela, investigador emérito de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad de la Secretaría de Salud, también destacó que el presidente es sano y que se ha cuidado su hipertensión, por lo que algunos cuestionaron que se hubiese enfermado de Covid-19: “Cuando esto sucede en un individuo, igual a sus posibilidades para que su enfermedad, como fue su caso, fuera tratado a tiempo (desde luego esa es otra cosa) y que tuviera una respuesta rápida, que inclusive que algunos dudaron y decían que no había tenido la enfermedad”.
El médico dijo que por su propia condición de sano el presidente “generó un número importante de anticuerpos que le permiten ser protegido por más tiempo”. ¿Cuánto? No se sabe.
El galeno añadió que el presidente ya tomó su decisión, que nadie debe ser obligado a vacunarse y que quienes así lo determinen deberán afrontar su responsabilidad: “Si corre el riesgo o no, ya será cuestión de su vida”.
Pero, si se trata de una enfermedad contagiosa, ¿en esa responsabilidad el individuo no debe considerar también la salud y la vida de otros? La noche del lunes lo dijo muy claro López-Gatell, alumno de Alcocer Varela: el objetivo de la inoculación “es proteger a la persona vacunada, a su familia, a su entorno y a la sociedad en su conjunto”. No se trata de un individuo y su propia vida nada más, como afirmó el secretario de Salud, más si la SSa, desde el principio de la Covid-19, apostó por la inmunidad de rebaño.
En la conferencia de prensa Alcocer Varela expresó otra afirmación muy dudosa: al referirse al caso de Alberto Fernández, presidente de Argentina, dijo que este, “entre primera y segunda dosis posiblemente -no es algo que me conste- tuvo esta reinfección y va a salir, en todo caso, por la primera dosis, avante prácticamente sin síntomas”.
Pues esto no ocurrió: en el tuit en el que dio a conocer que se infectó de Covid-19 Fernández señaló síntomas. Tuiteó el 2 de abril: “Quería contarles que al terminar el día de hoy, luego de presentar un registro de fiebre de 37.3 y un leve dolor de cabeza, me realice un test de antígeno cuyo resultado fue positivo”. Presentó síntomas, al contrario de lo afirmado por Alcocer Varela.
Una vez más, las autoridades sanitarias adecúan sus recomendaciones a los deseos y prácticas políticas del presidente. Por ello, una de las lecciones que la pandemia ha dejado en México, si seguimos a López-Gatell y Alcocer Varela, es que si la ciencia no coincide con las opiniones de López Obrador, peor para la ciencia.
